El rechazo de los socialistas a las propuestas electorales del Partido Popular en relación a la inmigración se extendió ayer al tiempo que desde la calle Génova se apoyó el borrador de programa electoral que los populares catalanes aprobarán el próximo fin de semana. El texto propone que el protocolo de empadronamiento se cumpla a rajatabla, de forma que los inmigrantes en situación irregular deban presentar el pasaporte, y que los Ayuntamientos denuncien a la policía a los sin papeles con el objetivo de agilizar su expulsión.

Desde Cataluña, la consejera de Acción Social y Ciudadanía, Carme Capdevila, recordó – ejerciendo de portavoz del Gobierno catalán – que los Ayuntamientos solo pueden ceder datos del padrón a la policía cuando esta lo solicite. “El Ayuntamiento no lo puede hacer de oficio porque vulneraría la ley de protección de datos”, recordó. “Si el Partido Popular quiere hacerlo deberá acompañar su propuesta de cambios legislativos”.

Por parte del Partit dels Socialistes, su secretaria de Inmigración, Consol Prados, reprochó al PP de Cataluña que busque en la inmigración “un efecto mediático” en vísperas de las elecciones autonómicas. Prados exigió “responsabilidad y sincerdidad” a la candidata Alicia Sánchez – Camacho. La portavoz de Inmigración del PSOE, Esperanza Esteve, acusó a la candidata popular de actuar desde la “demagogia y el desconocimiento”. “Está aprovechando el momento y la ola que recorre Europa para apuntarse al carro y sacar tajada de cara las elecciones”, añadió Esteve.

Desde el Gobierno central, el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, también acusó al PP de tener fines electoralistas y recordó que la finalidad del padrón es “tener un control de todas las personas que residen en un país independientemente de su condición”. El ministro de Fomento y vicesecretario general del PSOE, José Blanco, tachó de “pamplinada” la propuesta de los populares catalanes y les pidió que abandonen el “oportunismo”.