El endurecimiento del discurso sobre inmigración, eje hasta el momento de la campaña del PP catalán, no es una decisión aislada de este partido. Se trata de una estrategia aprobada por la dirección nacional, que apoya a su candidata, Alicia Sánchez – Camacho, y la nueva línea dura. La cúpula dirigida por Mariano Rajoy respalda también el último peldaño de esta escalada, la propuesta de que los funcionarios del padrón municipal que detecten a un inmigrante irregular empadronándose lo comuniquen a la policía.

El PP admite que la consecuencia inmediata sería que muchos irregulares dejarían de empadronarse por miedo a ser detenidos y pasarían así a la clandestinidad total. Sin embargo, los populares creen que “algo hay que hacer” porque consideran que la situación actual se le ha ido de las manos al Estado.

Rafael Hernando, diputado y responsable de Inmigración del PP, tiene muy claro que la línea dura marcada por Sánchez – Camacho es la adecuada. “Tenemos que controlar el flujo. Lo que no puede ser es que España sea la puerta de entrada de los inmigrantes europeos. No es sostenible. La vía de que los funcionarios avisen a la policía cuando detecten irregulares es buena. Desde luego es mejor que las redadas de inmigrantes que se están haciendo en algunas comunidades”, sentencia.

En realidad, lo que plantea Sánchez – Camacho en el programa electoral del PP catalán no podría aplicarse ni siquiera aunque gobernara, porque el padrón de los 8.000 municipios españoles se rige por una norma estatal, del ministerio de Administraciones Públicas, que se aprobó precisamente cuando Rajoy dirigía ese ministerio.

La norma que aprobó el ministro Rajoy es muy clara: hay que empadronar a todos, españoles, extranjeros, regulares, irregulares, tengan casa o vivan debajo de un puente, porque el padrón se hace para contar a la población, para saber cuánta gente vive realmente en un municipio y calcular así cuántos servicios se necesitan, y no para hacer un control de la inmigración.

Hernando asegura que esa norma, aún en vigor, “se hizo en un momento en el que en España había muy pocos inmigrantes, no suponía un problema, pero ahora es el momento de cambiarla”.

El PP está tan convencido de que esta vía es la buena que, según Hernando, es muy posible que lo incluya en el programa electoral para las generales, previstas en 2012. Solo Rajoy, si llegara al Gobierno, podría modificar su propia norma, y no Sánchez – Camacho. Hernando asegura que el propio Gobierno socialista ha anunciado que quiere reformar algunas cosas del padrón. Hernando asegura que el PP no quiere dejar sin educación y sanidad a los irregulares – es el padrón el que les facilita el acceso a esos servicios – pero asegura que hay que abrir un debate porque en otros países europeos los irregulares no tienen cobertura total, como sucede en España.

No hay pues dudas de este apoyo cerrado a las propuestas de Alicia Sánchez – Camacho, que se acercan a las posiciones defendidas por Xavier García Albiol, portavoz del PP en Badalona y que obtuvo muy buenos resultados allí en las últimas elecciones precisamente con un discurso antiinmigrantes que asusta a los dirigentes más moderados del PP – suyos eran los folletos con el lema “no queremos rumanos” repartidos por los populares.

Pero por si el respaldo del responsable de inmigración no fuera suficiente, Javier Arenas, tal vez el más influyente miembro de la cúpula del PP, aplaudió ayer la iniciativa de la dirigente catalana: “Alicia Sánchez – Camacho defiende con todas las consecuencias que se apoye la inmigración legal y que se termine con la demagogia del pasado con el famoso ’papeles para todos”.