consecuencias de las expulsiones de gitanos de FraNCIA

Sarkozy se 'berlusconiza'

La imagen del presidente francés en la prensa internacional se deteriora. La popularidad del dirigente cae en picado a las puertas de dirigir el G-20.

El Periodico, ELIANNE ROS / París, 06-10-2010

La portada del último número de Newsweek debe haber provocado más de una indigestión en el Elíseo. Después de que el Financial Times le presentara como el «nuevo Berlusconi», Nicolas Sarkozy aparece en el semanario norteamericano como símbolo del auge de la extrema derecha en Europa. No es la mejor tarjeta de presentación para coger las riendas del G – 20, presidencia que Francia inicia el 12 de noviembre. El jefe del Estado la afronta como un reto para recuperar el liderazgo internacional conquistado cuando estalló la crisis financiera durante la presidencia francesa de la UE.

¿Misión imposible? Después de la sonada crisis con Bruselas a raíz de las expulsiones de gitanos, la operación destinada a recuperar el terreno perdido frente a la ultraderecha en las regionales de la pasada primavera se ha girado en contra de Sarkozy como un bumerán. El presidente ha logrado evitar una sanción de la Comisión Europea por «discriminación», pero la degradación de su imagen parece irreversible. A ojos de la prensa internacional, en pocas semanas ha pasado de ser un dirigente conservador moderado a caer en la tentación del populismo para flirtear con la derecha radical.

A efectos internos, aunque inicialmente el endurecimiento del discurso sobre la seguridad le sirvió para arañar algunos puntos en los sondeos, el revuelo levantado por las repatriaciones de gitanos y medidas como la sustracción de la nacionalidad a quienes atenten contra la vida de un policía también le han pasado factura. La última encuesta del instituto Ifop para el Journal du Dimanche refleja una caída de cuatro puntos. La popularidad de Sarkozy vuelve al porcentaje de adhesión (el 32%) más bajo, alcanzado, según este instituto, antes del verano. Lo mismo sucede con la encuesta de TNS Sofres para Le Figaro, que sitúa al presidente por debajo del 30%, con un escaso 26% de satisfechos.

ESTRATEGIA ERRÓNEA / Por si fuera poco, otro estudio revela que el 60% de los franceses creen que el Gobierno «exagera demasiado» el problema de la inmigración. Lo más preocupante para Sarkozy es que este porcentaje se mantiene entre los votantes de la derecha. «Es una consecuencia de la mala estrategia. La secuencia gitanos más inseguridad ha desembocado en la misma impopularidad que antes del verano», constata el director adjunto del instituto BVA, Gaël Sliman.

El presidente aparece cada vez más aislado. En la escena internacional, el hecho de que el único apoyo entusiasta a las expulsiones de gitanos proceda del primer ministro italiano ha reforzado la imagen de radicalización del presidente. En Francia, la derecha moderada ya no disimula su incomodidad.

DISTANCIAS EN LA DERECHA / Sarkozy no solo es criticado por sus detractores, como el exprimer ministro Dominique de Villepin, que le acusa de «manchar» la bandera de la patria de los derechos humanos, sino también por su Gobierno. La semana pasada, algunos diputados de la mayoría evitaron votar a favor del artículo que amplía la sustracción de la nacionalidad. El propio primer ministro, François Fillon, ha admitido que no está de acuerdo con el 100% de la ley de inmigración. Aunque los últimos sondeos arrastran también al primer ministro, este no está dispuesto a dilapidar una popularidad del 49%, muy por encima de la del presidente.

El semanario L’Express aventura que Sarkozy es víctima de su estilo agresivo y poco institucional, en las antípodas del de Fillon. A su juicio, el presidente está «solo contra todos». No es el único que deplora la situación. El titular de portada del Courrier Internacional expresa este estado de ánimo con un gran lamento: «¡Pobre Francia!».

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