Los inmigrantes africanos continúan jugándose la vida en el Mediterráneo, a pesar de la crisis económica que castiga las sociedades europeas. Más de 300 ‘sin papeles’, una avalancha que no se producía desde hace tiempo en la Península, fueron detenidos por la Guardia Civil desde el pasado jueves hasta ayer cuando trataban de arribar a las costas españolas en una veintena de pateras y embarcaciones. Los irregulares fueron interceptados principalmente en Murcia y Almería, aunque también llegaron a Ceuta, Granada e, incluso, a Mallorca, donde ayer fueron arrestados catorce ‘sin papeles’ en Llucmajor.

Se trata de la primera vez que una patera alcanza las islas Baleares, procedente del norte de África, durante este año. No obstante, las detenciones se extendieron por todo el arco mediterráneo hasta Ceuta, adonde fueron conducidas ayer dos balsas neumáticas con once inmigrantes, entre ellos tres menores. Otras cuatro personas fueron localizadas durante la madrugada cuando nadaban hacia la plaza africana, y la Guardia Civil rescató el cadáver de un cuarto individuo enfundado en un traje de neopreno que, al parecer, intentaba ganar el territorio español con otros dos compañeros.

Murcia y Andalucía fueron las principales comunidades receptoras de la última avalancha de ‘sin papeles’. Sólo en la noche del sábado al domingo, el Sistema Integrado de Vigilancia Exterior detectó seis embarcaciones con 64 argelinos a bordo, todos ellos en buen estado de salud y en su inmensa mayoría, varones adultos. Esa expedición, que navegaba entre Cablanque y Cabo de Palos, elevó hata 128 el número de extranjeros capturados en esa tramo de costa y el de Águilas durante los últimos días.