Umberto Bossi provoca la polémica al llamar «cerdos» a los romanos

Diario Sur, ÍÑIGO DOMÍNGUEZ, 28-09-2010

Italia termina por acostumbrar a lo anómalo. Al final se convierte en algo rutinario. Es difícil que una tontería de Berlusconi ya sea noticia. Por ejemplo, su último chiste sobre Hitler hace unos días apenas tuvo eco. Ya tiene que ser muy gorda. Con Umberto Bossi pasa lo mismo. El líder de la Liga Norte, el partido que ensalza una fantasiosa Padania más allá del Po, insulta a romanos e italianos del sur en general desde hace dos décadas.

De los inmigrantes extranjeros mejor ni hablar. Pero ayer debió de pasarse un poco, porque hasta algún colega aislado del centroderecha llegó a esbozar un amago de queja, como el alcalde de Roma. Bossi llamó directamente «cerdos» a los de la capital. Es ministro de Reformas, si tiene alguna importancia.

En una verbena

La frase fue pronunciada en un contexto coherente, una verbena cutrona de pueblo donde se celebraba una eliminatoria de Miss Padania. Si la final televisada es de vergüenza ajena, qué decir de las rurales fases previas. Esto fue en Lazzate, 7.000 habitantes, cuna de Alessandro Volta, inventor de la pila. Subido al estrado con un micrófono, obligado al humor grueso, Bossi comentó el significado del histórico acrónimo ‘SPQR’. Dijo: «Basta con ‘Senatus Populusque Romanus’, el senado y el pueblo de Roma, yo digo ‘Estos romanos son unos cerdos’». Es un juego de palabras que se basa en las iniciales de la frase en italiano ‘Sono Porci Questi Romani’». Es una referencia a Astérix y su famosa frase ‘Están locos estos romanos’, que en la traducción italiana se correspondía con SPQR. Ahora es símbolo del municipio de Roma y se ve en todas las alcantarillas. Bossi estaba caliente porque Roma aspira a un gran premio de Fórmula 1 en rivalidad con Monza, en el norte. Aconsejó a los romanos que corran con cuádrigas.

De estas sandeces se habló ayer con indignación y sirve para llenar con algo ligero los diarios, pero mañana no se acordará nadie.

La Liga Norte suelta barbaridades de bar para satisfacer a parte de su electorado, lo que dice mucho de ambos. Es célebre un lema primigenio del partido, ‘La Liga lo tiene duro’, y de vez en cuando Bossi dice que se limpia el culo con la bandera italiana. Estos desvaríos asientan sus raíces en el racismo de la era industrial hacia los inmigrantes que iban al norte a buscarse la vida.

Algunos bares tenían carteles que decían ‘Prohibido perros y meridionales’. Este sentimiento se ha desarrollado luego con el desprecio a los italianos del sur, considerados unos vagos que viven del trabajo de los del norte, y la idea de ‘Roma ladrona’, la capital donde una administración corrupta y muy centralizada se dedica a engullir dinero público. En eso algo de razón tienen. De ahí nace su gran cruzada por el federalismo, una idea lógica. Pero tienen un montón de militantes a los que se les va la olla. El último, el alcalde de Adro, en Brescia, que ha llenado una escuela pública del símbolo del partido. Aparece 700 veces, del felpudo y los pupitres a los ceniceros.

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