‘Me tienes que ayudar a echarlos’

Pilar Heredia revela que el alcalde de Getafe pretendió expulsar a los gitanos rumanos

El Mundo, PEDRO SIMÓN, 26-09-2010

PEDRO SIMÓN / Madrid
Mucho antes de que Sarkozy echara
un rottweiler a los gitanos rumanos,
estaba Pedro Castro pidiendo árnica
en Getafe por lo mismo. Lo desvela
a este periódico Pilar Heredia, gitana,
presidenta de la Asociación Yerbabuena
y ex alto cargo en el Instituto
de la Mujer. Que probó el oprobio
por ser calé allí arriba y cuenta una
historia de deportación política a
cuenta del socialismo.
«Por entonces, la sede de la asociación
la teníamos en Getafe. Allí vivía
un colectivo de gitanos rumanos
importante. El alcalde, Pedro Castro,
estaba desesperado con ellos. Me llamaba
y me decía: ‘Pilar, me tienes
que ayudar a echar a esta gente de
Getafe. Son un desastre. ¿Cómo me
puedes quitar a los gitanos rumanos
de encima?’. Yo le decía que no, que
conmigo no contara: ‘Puesmira, como
no cojas un barco en plan Titanic,
los metas dentro y lo estrelles en
alta mar contra un iceberg…’».
Pilar no ayudó a fletar el barco
aquel. Ya haymenos gitanos rumanos
en Getafe. El día en que la gitana
tuvo noticia de la iniciativa socialista
en el Congreso (léase: «Muchos
europeos, así como del resto del
mundo, contemplan con profunda
preocupación lo que está ocurriendo
con laminoría gitana en algunos países
»), Heredia se acordó del Titanic,
de Castro y, claro, de los políticos
que cantan por seguiriyas.
«David Lucas [portavoz municipal
socialista y valedor de la candidatura
de Trinidad Jiménez en las primarias]
era por entonces teniente alcalde
en el Ayuntamiento. Me decía
también que tenía que hacer algo,
que les ayudara», recuerda la presidente
de Yerbabuena. «Literalmente,
me decía que los gitanos rumanos
eran unos salvajes, que se ponían a
lavar en las fuentes y lo ensuciaban
todo, y que eso había que pararlo».
«Cuento todo esto ahora porque lo
delGobierno y los socialistas con nosotros
está siendo de vergüenza. En
España hay 60.000 gitanos rumanos.
Dicen una cosa sobre ellos en público
y otra diferente en privado. Zapatero,
en vez de aplicar una política de
derechos humanos, se apunta a la de
expulsión y deportaciones».
La amistad de la gitana con Pedro
Castro se dio de bruces con un iceberg
y quedó hecha añicos. Ella pone
la raya en el día aquel en que osó
enfrentarse públicamente a Pedro
Zerolo, secretario de Movimientos
Sociales del PSOE, y entonces ya nadie
se le puso al teléfono jamás.
Ni los amigos de escayola de Ferraz.
Ni los compañeros de hierro de
la carrera de San Jerónimo.Ni Rosa
Peris, directora del Instituto de la
Mujer. Ni Trinidad Jiménez, con la
que departía cuando se pateaban las
calles deMadrid. Ni Castro. Así que
a la gitana la borraron de todas las
fotos y de todas las agendas.
Lo de la Heredia fue un pelotazo
para el PSOE. Una mujer, en las listas
autonómicas con Simancas. Una
mujer gitana, en las listas con Zapatero.
Una mujer referente entre el
mundo calé, asesora de Minorías Étnicas
del Instituto de la Mujer.
«Al poco de llegar al Instituto, empezaron
mis problemas. Querían
meterme en un cajón. Era Zerolo,
que no quería que estuviera allí».
«Controla conmano dura todo lo
que tiene que ver con los colectivos
sociales. Yo venía de la mano de Jordi
Sevilla. Él se enteró, se enfadó
muchísimo. Creía que le iba a quitar
protagonismo e hizo todo lo que pudo
para que me hicieran la vida imposible.
Me registraban el ordenador.
Me abrían las cartas.Nome dejaban
trabajar. Hasta que me tuve
que ir…», explica. «Pedro Zerolo es
narcisista, egocéntrico, el niño en el
bautizo, el muerto en el entierro, la
novia en la boda… Si me hubiera
quedado callada, seguiría con mi
sueldo de 3.000 euros por no hacer
nada. Pero demandé a Zerolo por
acoso laboral [hubo sobreseimiento
en 2009]. Y, desde entonces, no nos
dan subvenciones. Para el Gobierno,
no existimos. Largas y te niegan el
pan. Así funcionan con los gitanos».
Dispara la presidenta de Yerbabuena
contra el Consejo Estatal del
Pueblo Gitano y contra el Instituto
de Cultura Gitana, creados por el
Gobierno («se han convertido en un
circo vacío donde no puede haber
críticas»). Contra el peaje a pagar en
la política («en el movimiento asociativo,
si no eres una lameculos, no tienes
nada que hacer»). Y contra la
falta dememoria.
Sucedió en una visita el 23 de julio
de 2003. Cuenta Heredia que se emperró
en llevar a Jiménez y a Zerolo
aquel día al asentamiento chabolista
de Valdemingómez y en llamar a la
prensa. Hubo cámaras, posados a
pie de chabola, zapatos de Prada esquivando
cagarrutas y Loewe mezclado
con olor a podrido.De vuelta a
la civilización, apagadas las grabadoras,
Jiménez estaba radiante.
–Ha quedado muy bien, ¿no?
Pilar Heredia recuerda que el
magma le fue subiendo poco a poco
hasta se le hizo un nudo en la garganta.
Luego estalló el volcán.
– ¿Bien? Si hay niños que tienen la
cara con mordeduras de rata…

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