Opinión

El pueblo más europeo expulsado de Europa

Diario de Noticias, por Nekane Perez, * Parlamentaria de Nafarroa Bai, 26-09-2010

Como esas canciones de verano pegadizas que a pesar de su calidad se nos meten en los oídos y al final acabamos cantando hasta en la ducha, así, de ese modo, me suena la cantinela de Yo no soy racista pero…

Cantinela que cada vez se hace más habitual, cantinela que no tiene base pero que tampoco la necesita, película sin argumento, simplona donde las haya. Afirmación que cuando se aplica a la población gitana va seguida de un intento de falsas justificaciones como quien se quiere autoconvencer de que no es racismo algo que SI lo es.

Lo he dicho en muchas ocasiones, las etiquetas son peligrosas e injustas y a la población gitana se le ha colocada la etiqueta de delictiva hace mucho tiempo, quizá porque no interesa quitarla, quizá porque es complicado no caer en los estereotipos, quizá porque es una canción que se vende fácil. No sé la razón pero se está haciendo demasiado famosa y no me gusta que parte de la clase política que nos representa en Europa haya caído en esta trampa y menos aún que la haya tendido.

Vivo en zona que fue de contrabandistas, gran parte de la vitalidad económica que estos pueblos tenían se debía al contrabando de años pasados. El contrabando en cierto modo no fue una actividad elegida, fue puro instinto de supervivencia. Aquellas mujeres que pasaban en bici al otro lado con un par de merluzas arrolladas en su cuerpo y de vuelta traían medias y artículos que aquí no se encontraban para venderlas y sobrevivir, no eran de ningún modo delincuentes. Podemos decir que eran precursoras de la libre circulación, del libre comercio que con los años pensábamos que había llegado. Y digo pensábamos porque yo al menos cada vez tengo más dudas, entre los principios de la Unión destaca la libre circulación de personas, no de cualquiera, el filtro es claro (no vaya a ser que se nos cuelen), de personas de la Unión, pero ahora resulta que no, que son demasiadas.

No todas las personas somos iguales, no tenemos los mismos derechos seamos o no de la Unión y se nos quiere dejar bien claro. Me lo pueden envolver con papel de celofán de colores pero esto, lo envuelvan como lo envuelvan, es racismo y va en contra del Tratado por no hablar de los Derechos Humanos, que están los pobres que nadie los compra ni en rebajas.

Francia ha infringido el derecho comunitario como ya lo hizo en su momento Italia, esto es grave pero más grave me parece aún que mientras la Eurocámara se atreve a decir las cosas, bastante claras por cierto, el Consejo, los Estados comprendan a Sarkozy y critiquen las declaraciones de Reding. De hecho, en la Declaración institucional aprobada por el Parlamento de Navarra, ya mencionábamos la propuesta que hizo Italia de tomar las huellas a los niños gitanos y recordábamos que puesto que la historia se repite sería bueno tener en cuenta que lo que hace unas décadas empezó con señalamientos, marcajes y deportaciones, acabó como acabó. En esa misma declaración, sorprendentemente no fue aprobado el punto en que se reconocían las actuaciones del Gobierno de Francia como contrarias a las resoluciones de las Naciones Unidas, además de que no contribuir a la erradicación de la discriminación y xenofobia juzgando a un colectivo sólo por su etnia y no a personas concretas por los actos que realizan.

Juzgar a todo un colectivo, un pueblo, una cultura, una lengua sólo por las acciones de algunas personas que pertenecen al mismo no es justo y esto si que hay que repetirlo hay que deshacer el vínculo establecido que identifica gitano con delincuente.

Los Estados que se supone debieran aplicarse en reforzar los pilares de la Unión se dedican a frenar el proceso, a dinamitarlo recordándonos que la igualdad es algo que queda bien sobre el papel, marcan las distancias y hablan ahora de aplicar una política común a la población gitana, pensaba que el principio de libre circulación era política común pero solo es medio común, para los VIP. Se colocan las fronteras por encima del pueblo, del pueblo que quiere hacer una Europa de personas, si queremos una Europa construida desde abajo en la que realmente cuenten las personas tendremos que colocar el pueblo por encima de los Estados reivindicando sin descanso la igualdad.

¡Que ironía! El pueblo gitano acostumbrado a vivir aquí y allí, pueblo nómada, pueblo que tanto ha circulado por Europa, que podemos considerar incluso precursor de la libre circulación tiene que padecer de nuevo la discriminación, la expulsión… de quien se supone que es defensor de todo lo contrario.

Primero fue Berlusconi, luego Sarkozy, en el Estado español ya han encontrado quien se suba a su carro afirmando que no hay sitio para todos y todas. Espero que Navarra no se apunte a esta carrera porque si el personal se pone a correr pueden hacerlo y mucho pero espero que al menos haya más gente poniendo obstáculos que corriendo. Recordemos hoy les toca a… mañana pueden llamar a mi puerta.

Los estados que se supone debieran aplicarse en reforzar los pilares de la Unión se dedican a frenar el proceso

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)