El triunfo de la profecía de Larsson

El escritor sueco pronosticó antes de morir la entrada de los ultras en el Parlamento

El Mundo, ISABEL MUNERA , 20-09-2010

Se hizo famoso con su trilogía Millennium pero ahora también lo será por haber acertado que los ultraderechistas suecos llegarían al Parlamento en 2010. La profecía que hizo en 2003, un año antes de su fallecimiento, el periodista y escritor Stieg Larsson, se cumplió, muy a su pesar, ayer. A Larsson le habría gustado equivocarse y que sus advertencias sobre el avance de la extrema derecha en su país hubieran calado entre sus compatriotas. En un extenso ensayo titulado Estudio Nacional analítico sobre el crimen y la violencia racista, el escritor mostraba su preocupación por la «tendencia a la criminalidad» de candidatos y dirigentes de los Demócratas de Suecia (SD).

Un partido antiinmigración que asegura que no es racista pero con una carta de presentación de lo más explícita. En su anuncio electoral para televisión, que una cadena se negó a emitir porque consideraban que incitaba al odio racial, una anciana sueca arrastraba con dificultades un caminador seguida por varias mujeres musulmanas, cubiertas con velo, empujando sus carritos a toda velocidad mientras una voz en off decía: «La política es cuestión de prioridades. El 19 de septiembre tú decides si recortamos las pensiones o recortamos la inmigración».

La ultraderecha sueca ha visto en el rechazo al diferente una oportunidad para acceder al Parlamento, un objetivo que años atrás les resultaba inalcanzable. Ayer, consiguieron entrar en el Riksdag y ocuparán 20 escaños, más de lo que les otorgaban las encuestas.

Sin duda, en este triunfo ha tenido mucho que ver su líder, Jimmie Åkesson. A sus 31 años, este joven que viste trajes de marca y usa gafas de diseño, ha cambiado la imagen de la ultraderecha en el país nórdico. Sus ademanes amables y su lenguaje educado lo alejan de las señas de identidad de otros partidos de extrema derecha, aunque sus detractores siguen pensando que detrás del inofensivo cordero se encuentra un lobo dispuesto a afilar sus garras en cualquier momento.

Aunque Åkesson se ha cansado de repetir que no son racistas, son muchos los suecos que no acaban de creérselo, sobre todo, cuando le escuchan hablar de la inmigración y decir cosas como que «ha diluido la homogeneidad y la identidad de Suecia» o advertir convencido: «Hoy las élites en el poder que promueven una sociedad multicultural están totalmente ciegas sobre los peligros del islam, que es la amenaza más grande desde la Segunda Guerra Mundial». El joven político evoca machaconamente un discurso del miedo que, a juzgar por las primeras estimaciones, parece haber encontrado adeptos. Así, ha asegurado que más 10 organizaciones terroristas están instaladas en Suecia y que es el lugar de Europa donde se producen más violaciones por parte de musulmanes.

Durante la campaña, Demócratas de Suecia ha defendido que se revisen los actuales permisos de residencia permanentes y que se reduzca la presencia de los extranjeros en un 90%, porque los consideran una «carga económica» para el sistema de bienestar social. Un discurso que ha calado entre muchos suecos que sienten que los respectivos gobiernos han fracasado en su intento por integrar a los inmigrantes. Además, son partidarios de que se endurezcan las condiciones para abortar y que se restrinjan los derechos de los homosexuales.

Pese al vacío que le han hecho sus oponentes durante la campaña conservadores y socialdemócratas han asegurado que no pactarán con Demócratas de Suecia, el partido antiinmigración sueco se ha mostrado confiado y seguro de obtener el suficiente apoyo para llegar al Parlamento; y a la vista de lo que ocurrió ayer parece que, finalmente, lo ha logrado. A los tolerantes suecos no les va a quedar más remedio que admitir que sufren el mismo mal que sus vecinos europeos.

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