Nicolas Sarkozy calienta la campaña del 28 – N. La polémica que se ha creado entre Francia y la Comisión Europa por la decisión del Gobierno galo de expulsar a los gitanos rumanos que se encuentren en situación irregular irrumpió ayer de lleno en la precampaña electoral catalana. La visita de dirigentes del PP catalán, junto a una eurodiputada de la UPM – el partido del presidente francés, Nicolás Sarkozy – , a dos barrios de Badalona, donde el colectivo de gitanos rumanos ha sido acusado de generar problemas de convivencia, agitó el debate sobre la inmigración, con acusaciones cruzadas de populismo y xenofobia.

Aunque la intención inicial de la política francesa era ver ‘in situ’ campamentos de gitanos rumanos asentados en los barrios más marginales del área metropolitana de Barcelona, ante la ausencia de estos, al final se tuvo que conformar con hablar con los vecinos de los distritos de Sant Roc y la Salut de Badalona. Su conclusión fue contundente: «La situación de España y Francia es comparable. Son los mismos problemas de convivencia y seguridad. La gente me ha transmitido que tiene miedo», dijo Marie Thérèse Sanchez – Schmid, entre una nube de periodistas, casi tantos o más que la gente que se acercó a departir con la eurodiputada. Constantemente cuestionada sobre si la decisión del Gobierno galo tiene tintes xenófobos, Sanchez – Schmid defendió las deportaciones masivas con el argumento de que estos ciudadanos «a partir de los tres meses, si no tienen trabajo ni alojamiento, la ley dice que deben volver a sus países. No es la solución ideal», dijo, «pero los Gobiernos tienen que actuar porque hay un problema de convivencia», concluyó.

La europarlamentaria gala estuvo acompañada en todo momento por la presidenta del PP de Cataluña, Alicia Sánchez – Camacho, así como por otros dirigentes populares como el candidato a alcalde de Badalona, Xavier García Albiol, uno de los miembros del PP que mantiene un discurso más duro sobre inmigración. Y es que en la ciudad barcelonesa la polémica en torno a los rumanos de etnia gitana no es nueva y ya llueve sobre mojado, mucho antes de que Sarkozy decidiera expulsarlos de Francia. En abril, el Partido Popular tuvo un fuerte incidente con este colectivo después de repartir unos folletos propagandísticos en los que se vinculaba inmigración y delincuencia, y en los que se incluía una fotografía de una pancarta que rezaba ‘No queremos rumanos’. El partido tuvo que pedir disculpas y retirar la campaña.

Durante su visita de ayer a la localidad barcelonesa, Sánchez – Camacho, que afirmó que el tema de la inmigración será uno de los ejes de su campaña electoral y que la decisión de Francia se ajusta a la legalidad, reclamó al Gobierno central que se mantenga vigilante para que los ciudadanos deportados de Francia no acaben instalándose en Cataluña. «No queremos que se produzcan efectos llamada de entrada en España, por eso le pedimos al Gobierno un mayor control de las fronteras y de los aeropuertos para luchar contra la inmigración irregular e ilegal», aseguró.

Comparación con Le Pen

El show mediático en el que se convirtió el paseíllo de Sánchez – Schmid y Camacho fue aprovechado por las demás formacioness políticas catalanas para cargar contra la posición del PP en materia de inmigración, una materia siempre controvertida, y para, de paso, fijar las suyas. La declaración más dura llegó desde ICV, que acusó a Camacho de ser «la aprendiza» del ultra Jean Marie Le Pen.

CiU, en cambio, reclamó que no se estigmatice a nadie, si bien se mostró comprensivo con las expulsiones decretadas por el inquilino del Palacio del Elíseo. «Si hay personas, sean de la etnia o del colectivo que sean, que delinquen, se las tiene que expulsar. Eso es lo que dicen las leyes», expresó el líder de la federación nacionalista, Artur Mas.

El PSC, en boca del president José Montilla, señaló que la campaña socialista tratará de luchar contra «el populismo y la xenofobia» de los populares. El presidente de la Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia, por su parte, anunció que llevarán al presidente francés ante el tribunal europeo de Luxemburgo.