Sarkozy vence a Reding y seguirá expulsando gitanos con el beneplácito de los Veintisiete

Sarkozy vence a Reding y seguirá expulsando gitanos con el beneplácito de los Veintisiete El presidente francés recibe el apoyo de sus colegas para aplicar la "legalidad" gala Los jefes de Gobierno de la UE salvan la tensa situación retrasando a un Consejo sin fecha el debate sobre este tema

Diario de Noticias, d.n./efe, 17-09-2010

bruselas. Francia no sólo no dará marcha atrás en su política de expulsar a los gitanos “ilegales” de su territorio, sino que la mantendrá e intensificará según se desprende de las declaraciones hechas ayer en Bruselas por su presidente, Nicolas Sarkozy. Pero lo peor es que, además, lo hará con el visto bueno de los Veintisiete que ayer, lejos de respaldar las críticas de la comisaria de Justicia, Viviane Reding, que llegó a comparar esa práctica con la de los nazis durante la segunda guerra mundial, arroparon al mandatario galo hasta el punto de darle alas para pisotear a Reding. “No nos hablamos así entre socios europeos”, es espetó Sarkozy antes de calificar de “inaceptables” las declaraciones de la comisaria. Según aseguró el mandatario de la UMP, que invitó a Reding a llevarse a los gitanos a Luxemburgo (su país), las palabras de la responsable de la Justicia europea resultaron “muy hirientes” y su “deber como jefe de Estado” era “defender a Francia”. Ningún jefe de Gobierno de la Unión Europea se atrevió a cuestionarle.

El presidente francés defendió con vehemencia la legalidad de su política de expulsiones de gitanos y dejó claro que piensa continuar con ella, pese a las críticas. “Queremos el desmantelamiento de todos los campamentos ilegales, sean quienes sean los que están en ellos”, explicó Sarkozy, quien insistió en que rechaza “la instalación a las puertas de nuestras ciudades” de este tipo de asentamientos “degradantes tanto para quienes viven en ellos como para los vecinos”. En su opinión, los campamentos “no son dignos ni de la República ni del ideal europeo”.

Sarkozy defendió que sólo una minoría de las personas afectadas por el desmantelamiento de poblados en Francia son gitanas procedentes de otros países y los ilustro explicando que Francia evacuó 500 campamentos “ilícitos” durante el mes de agosto y que de los miles de personas implicadas “entre dos tercios y tres cuartos tenían la nacionalidad francesa” y continúan, por tanto, en territorio galo.

Respecto a la circular del Ministerio del Interior que mencionaba como prioridad el desmantelamiento de los campamentos de gitanos y que terminó por desencadenar la reacción de Bruselas, Sarkozy ha dicho que fue reemplazada en cuanto él la conoció.

consenso Ante esta postura los socios comunitarios se mostraron de acuerdo en que un Estado miembro tiene el derecho y el deber de aplicar su legislación en su territorio en el marco del Estado de Derecho y que, a su vez, la Comisión tiene el derecho y el deber de hacer aplicar las directivas, entre otras la de libre circulación y no discriminación, que son en las que Reding apoya su plan de expedientar a Francia.

Sin embargo, la desafortunada comparación que hizo la comisaria entre la situación francesa y los acontecimientos vividos durante la Segunda Guerra Mundial cuando el martes anunció su intención de abrir ese expediente, permitió a los jefes de Gobierno de los Veintisiete eludir la censura.

Eso sí, formalmente los líderes europeos se comprometieron a discutir en profundidad en otro Consejo Europeo los problemas de integración de los gitanos. “Nadie pone en duda los derechos fundamentales, la no discriminación entre los ciudadanos, no hay divergencias de punto de vista en cuanto a la sustancia”, relató al término de la reunión el presidente permanente del Consejo, Herman Van Rompuy. Pero ese grado de consenso no impidió que el ambiente del almuerzo en el que se debatió el asunto se caldeara con la intervención “bastante agresiva” de Sarkozy al dirigirse a Barroso, aunque Sarkozy negó en todo momento haberle gritado.

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