El Comité de Interior del Parlamento de Hesse, uno de los estados de Alemania, visitó ayer Melilla para conocer cómo funciona su frontera, cómo gestiona los flujos migratorios y cómo lucha contra las mafias que trafican con seres humanos. Boris Rhein, ministro de Interior, encabezó una comitiva que ya tuvo la oportunidad de viajar a Marsella y Brindissi con el fin de conocer de qué manera se afrontan en esas ciudades la misma realidad a la que se enfrenta Melilla.

El delegado del Gobierno explicó a los integrantes del comité que la política migratoria de Melilla se basa en tres pilares fundamentales: el control estricto del perímetro, la lucha contra las mafias y la atención a los inmigrantes.

Gregorio Escobar sostiene que España es muy consciente de su responsabilidad como país fronterizo, así como que asume esas obligaciones en lo que al control de flujos migratorios se refiere. También afirmó el delegado que el Gobierno utiliza siempre todos los cauces legales para gestionar ese fenómeno.

Escobar asegura que, pese a estar ubicada en el Norte de África, Melilla se siente «muy cercana al corazón de la Unión Europea». El delegado del Gobierno, que también destaca la riqueza cultural e histórica de la ciudad autónoma, pidió a los alemanes que ejerzan de embajadores de Melilla y «cuenten lo que han visto».

Experiencia

El ministro de Interior, por su parte, considera «muy interesante» comprobar cómo funcionan las fronteras exteriores de la Unión Europea. En Italia, recordó, ya conocieron sobre el terreno de qué forma se gestiona la presión migratoria de los albaneses.