LA COMISIÓN Europea anunció ayer que expedientará a Francia por su política xenófoba de expulsión de gitanos rumanos y búlgaros. La secretaria comunitaria de Justicia, Viviane Reding, se declaró «horrorizada» por «una situación que pensaba que Europa no volvería a ver tras la II Guerra Mundial». Este escarnio se suma a la vergüenza generada en Francia tras la filtración de una circular del Ministerio del Interior, donde se ordenaba a los gendarmes desmantelar «prioritariamente los campamentos de gitanos». La cínica afirmación del Gobierno galo de que su campaña de expulsiones no tiene una motivación racista queda ya invalidada. El Elíseo debe cesar en sus prácticas discriminatorias y respetar la libertad de rumanos y búlgaros ciudadanos europeos de circular por territorio comunitario.