La comisaria de Justicia califica de vergüenza las deportaciones y acusa al Gobierno de Sarkozy de mentir

La Comisión Europea decidirá dentro de dos semanas si le abre expediente por violar las leyes de la UE

La comisaria de Justicia califica de vergüenza las deportaciones y acusa al Gobierno de Sarkozy de mentir

La vicepresidenta de la Comisión Europea y comisaria de Justicia, Derechos Fundamentales y Ciudadanía, la luxemburguesa Viviane Reding, propondrá al Ejecutivo comunitario que expediente a Francia por ordenar la expulsión en masa de gitanos rumanos y búlgaros. Según Reding, las deportaciones se basan en criterios discriminatorios de raza y nacionalidad prohibidos por la ley europea, circunstancias que Francia habría ocultado a Bruselas y que, a su juicio, constituyen la violación de los derechos civiles más grave ocurrida en Europa desde las deportaciones de judíos en la Alemania de Hitler.

«Pensaba que tras la Segunda Guerra Mundial Europa no volvería a contemplar una situación como esta», dijo una indignada Reding en la rueda de prensa en la que informó de sus intenciones: instar al presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, la apertura inmediata de un expediente a Francia. «No perdamos más tiempo. Espero que el Colegio de Comisarios pueda tomar una decisión en las próximas dos semanas, y estoy personalmente convencida de que no tendrá otra opción que iniciar un procedimiento de infracción», aseveró.

El razonamiento de Reding se basa en la constatación de que las expulsiones no siguieron un criterio individualizado e imparcial, como defiende el Gobierno de Nicolas Sarkozy, pues se basaron en una carta a los jefes de policía del país emitida el 5 de agosto por el director de gabinete del Ministerio del Interior, Michel Bart, en la que ordenaba desmantelar al menos 300 asentamientos de inmigrantes ilegales en tres meses «tomando como prioridad los campamentos de los gitanos rumanos».

En una reunión celebrada el 30 de agosto con la propia Reding y con la comisaria de Interior, Cecilia Malström, el ministro francés para la Inmigración, Eric Besson, y el secretario de Estado de Asuntos Europeos, Claude Lellouche, negaron que las expulsiones hubieran seguido criterio discriminatorio alguno. «Solo puedo expresar mi más profundo rechazo por el hecho de que esas garantías políticas estén en tan abierta contradicción con aquella circular», dijo Reding.

Presión para Barroso

«Esto no es un delito menor, esto es una vergüenza», prosiguió la vicepresidenta. Su propuesta supone ahora una enorme presión para Barroso, quien la semana pasada eludió condenar las deportaciones en el discurso que ofreció ante la Eurocámara en la apertura del curso político europeo, y en el que no tuvo ni una palabra de apoyo hacia los miles de expulsados. También es una papeleta para varios comisarios, que han sido propuestos para sus cargos por Gobiernos reacios a condenar las deportaciones o incluso partidarios de medidas similares