El juego del urbano y el ratón

La Vanguardia, , 14-09-2010

Lateros, manteros y guardias urbanos escenifican cada día en las calles de Barcelona, en especial en los puntos de mayor concentración turística y lúdica, su particular versión del juego del gato y el ratón. Las tácticas están en permanente revisión. De este modo, después de que los manteros inventaran la manta con cuerdas y de que a los lateros se les ocurriera dejar sus bebidas en las papeleras y en las alcantarillas para silbar con disimulo al paso de los agentes – ambos casos los grandes hitos del sector-las últimas tretas para burlar la autoridad consisten, como sucede de manera habitual en la calle del Bisbe, en aprovechar en torno a la hora de comer el cambio de turno de la policía municipal para extender las mantas con total impunidad. A veces durante media hora. Otras, durante una hora. Hasta ver llegar a la furgoneta de la Guardia Urbana. De esta manera unos días pueden contarse más de treinta manteros, y otros apenas media docena. Otra estrategia adoptada por los lateros de Barcelona para minimizar los decomisos municipales consiste en no llevar encima más de tres o cuatro latas de cerveza. Así lo hacen los que se sitúan por las noches en la Rambla, frente a la salida del metro. Lo habitual es que ninguno de ellos pague las multas. No hace mucho, un agente de la Guardia Urbana reconocía en estas páginas que, para frenar la venta ambulante de latas de cerveza en la Rambla, sería necesario apostar un policía cada cinco metros.

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