CARTAS DE LOS LECTORES

A vueltas con Tánger

Diario de Navarra,   PDF, 13-09-2010

Acabo de leer una carta publicada en este periódico en la que se me cita y se me hacen algunas preguntas. Por lo tanto, voy a utilizar este mismo medio para contestar, sin querer abrir ninguna polémica que pueda llegar a aburrir a los lectores.

Escribo desde Tánger donde vivo y trabajo desde hace tres años. Voy a intentar ser muy clara, para dar por zanjado cualquier debate estéril: el señor Antonio Laita – que dice ser pintor y ahora “amigo de Tánger” – afirma que “un sábado de junio”, durante el Mundial, contempló un espectáculo “real, continuo y dantesco”: entre las 23 y las 00.30 de la noche, y en pleno centro de Tánger, asegura haber visto a un grupo de 15 o 20 jóvenes, de entre 10 y 15 años, intentando meterse en seis ocasiones en los bajos de un camión. Se supone que para entrar en el cercano puerto y llegar a Algeciras. Bien, pues vuelvo a reiterar que esto es totalmente imposible.

¿Ha leído el señor Laita mi carta? ¿La ha leído entera? Por cierto, ¿cuándo dice que vio todo esto? ¿Un sábado de junio? ¿De qué año? Se lo digo porque desde mediados de mayo – ¡qué curioso! – el puerto de pasajeros y mercancías (camiones incluidos, claro está) se ha trasladado a ¡45 kilómetros del centro! Buffff, no me cuadra. Y, ¿cómo puede decir que utiliza bolsas de plástico negras, si están prohibidas desde hace cerca de un año? ¿Seguro que era junio? ¿Seguro que era Tánger? ¿A qué niños dice que vio? ¿Y dónde exactamente? ¿Seguro que vio lo que dice ver?

Por supuesto que en Tánger hay niños de la calle. Y no es menos cierto que muchos de ellos fuman y esnifan pegamento, ya que esta sustancia les quita el hambre. Pero ni están en grupos por la calle, ni se meten en los camiones en un semáforo. Pura ficción. Y no está mal escribir ficción, pero hace falta que el lector sepa eso, que es ciencia ficción.

Respecto a las ONGs que trabajan en Tánger con los niños de la calle, aquí van dos: Ningún niño sin techo y Darna.

¿Qué visitar en Tánger? ¿Qué ver? Hay mucho, muchísimo, si quiere fuera de los circuitos más turísticos: Msalah, Casabarata, el mercado de Beni Mkada, las jbalas vendiendo fruta y verdura, un restaurante popular en el que comer por un euro. ¿Ha ido a alguno de estos sitios? Le invito a hacerlo. Yo los he conocido en gran parte gracias a mi trabajo en un centro educativo, en el que contamos con alumnos de todo tipo y condición. Por no hablar de las campañas que realizamos contra la inmigración clandestina.

Soy muy consciente del país en el que vivo y de lo que puedo decir y no decir. Pero nada tiene que ver con ser hombre o mujer. De nuevo, otro típico tópico de alguien que ve sólo lo que quiere ver: pura ficción.

MARÍA NAVARRO OTANO

Mujer, extranjera y trabajadora en Tánger

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