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«Chiquilicuatrada» planetaria

La Voz de Galicia, 12-09-2010

El jueves los informativos nocturnos radiofónicos explicaban al unísono que los periódicos editados en Madrid y Barcelona estaban cambiando sus primeras páginas: el pastor de una congregación insignificante, una más de las miles que hay en Florida, había vuelto a hablar. Ellos, en los micrófonos de sus emisoras, también debatían sobre Terry Jones, ese pastor con aspecto de ser el malo en un espagueti wéstern con música de Sergio Leone.

Eso ocurría en España, pero a la vez estaba ocurriendo en gran parte del mundo. Un pirado anuncia por Internet que va a quemar un Corán y se convierte en una noticia mundial. Desde mediados de julio, las cadenas de televisión americanas ya tenían a Terry Jones bajo foco. Estados Unidos, como se sabe, es un país dado a los radicalismos religiosos y a los personajes estrambóticos, pero probablemente nunca antes el párroco de una congregación pentecostal de medio centenar de fieles había amenazado, según parece, con generar una espiral de violencia mundial al desatar las iras de grupos terroristas de islamistas fanáticos.

¿Realmente, que el señor Terry Jones amenace con quemar en la chimenea de su iglesia un ejemplar en inglés del Corán merece ser una noticia mundial? La corresponsal en Estados Unidos de La Voz escribía ayer que los grandes medios norteamericanos comenzaban a recular. El editor de The New York Times pedía perdón por avivar la supuesta hoguera casera que iba a hacer el pastor, mientras que las agencias y las grandes cadenas de televisión anunciaban que no acudirían al pueblo del pistolero Jones a cubrir el evento de la quema de coranes, la cual finalmente no se ha celebrado.

El pastor evangélico suelta una barrabasada que difunde por Internet, comienza a circular por las pantallas de los ordenadores y luego las televisiones y los periódicos la incluyen en la agenda política de las relaciones internacionales. De forma que el general Petrous habla de Terry Jones, la CIA también habla, y hasta la decadente ONU, si hace falta.

Ha sido una chiquilicuatrada planetaria por la irresponsabilidad de los medios de comunicación tradicionales, que todavía no han aprendido a convivir con Internet, con su inmediatez ni con los personajes de popularidad instantánea y fútil que genera la Red. Ahora bien, al señor Terry Jones solo lo seguirían conociendo unos pocos vecinos de Florida si no hubiese un caldo de cultivo creciente en las sociedades occidentales de antiislamismo y constantes ramalazos de racismo frente al «otro». Sarkozy expulsa de Francia a los gitanos rumanos, mientras el libro más vendido en Alemania estos días es el de un político socialdemócrata que sostiene que el país germano se va a ir al garete tal como lo conocemos, porque los emigrantes musulmanes se reproducen a más velocidad que los alemanes nativos, que se van a diluir. A Thilo Sarrazin le han obligado a dimitir de su puesto de consejero del banco público de Alemania por racista, pero su libro es el más vendido. Y los vídeos de Terry Jones, de los más vistos en Internet.

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