Defensa utiliza un doble rasero en su trato para con los musulmanes y los católicos. Eso fue lo que ayer denunció el PP en la sesión de control del Congreso utilizando como paradigma la cesión del castillo de Figueres para la celebración del Ramadán. Los fieles de esta confesión han podido utilizar las instalaciones militares para sus rezos durante su mes sagrado ante la ausencia de otro espacio público donde se pudiera improvisar una mezquita donde dar cabida a un número tan considerable de practicantes.

El diputado popular Jorge Fernández Díaz sacó el caso a colación para, sin negar el derecho de los musulmanes, poner en evidencia cómo el Ministerio que dirige Chacón practica la “laicidad negativa” para con la Iglesia Católica y positiva con otras confesiones como la musulmana. Se refería el vicepresidente tercero del Congreso al nuevo reglamento de honores militares que ha impedido la participación del ejército en algunas ceremonias católicas de larga tradición como la procesión del Corpus en Toledo o la celebración de una misa durante el acto de entrega de despachos a los nuevos oficiales de la Armada en la academia naval de Marín (Pontevedra).

La ministra de Defensa, Carme Chacón, había llenado su cartera con los casos que, en su opinión, demuestran lo endeble de los argumentos ofrecidos por Fernández Díaz. La máxima responsable de los ejércitos recordó en primer término que hay otro castillo, el de Melilla, donde los musulmanes de la ciudad autónoma llevan diez años rezando durante el Ramadán, por expresa autorización de los ministros de Aznar y con el acuerdo del PP local. “He buscado y he buceado en los boletines (de las Cortes) y no he encontrado una sola pregunta de su señoría a estos efectos”, le reprochó.

Pero, además, Chacón expuso otros recintos militares que han sido cedidos para actos organizados por la Iglesia Católica. Como la base militar de Cuatro Vientos, en Madrid, donde en 2003 se celebró un encuentro de jóvenes con el Papa. El mismo lugar que se volverá a utilizar, ya con Rodríguez Zapatero en el Gobierno, en la próxima visita del sumo pontífice a Madrid. “Sin ir más lejos, este domingo (por el próximo), se cede la base de Armilla, en Granada, para una beatificación”, añadió la ministra, para, por último, mencionar que el propio castillo de Figueres ha sido cedido hace unos meses para la celebración de los actos del Rocío.

El contraataque de la ministra concluyó echando en cara a Fernández Díaz que “lo que usted me está pidiendo es que neguemos derechos a determinados ciudadanos porque no profesan su religión y, por favor, si no se lo pidió a Aznar, no me lo pide a mi”.

El diputado popular negó ayer tajantemente haber reclamado un peor trato para los musulmanes, sino que cese la discriminación de la que está siendo víctima la Iglesia Católica al haberse decidido suprimir algunas tradiciones seculares que implicaban la inclusión de ritos religiosos en ceremonias militares o la participación del ejército en actos de naturaleza religiosa.