La Confederació del Comerç de Catalunya llevará a los tribunales la decisión de los Ayuntamientos de El Vendrell y Calafell de tolerar el top manta pero fuera del paseo marítimo. El secretario general de la Confederació, Miguel ÁngelFraile, considera que los alcaldes de ambos municipios pueden estar incurriendo en un delito de “prevaricación” además de “legalizar una actividad ilegal que, entre otros, atenta directamente contra la seguridad de los consumidores”. Mientras, los alcaldes de El Vendrell y de Calafell se ratifican en su decisión.

Fraile tachó ayer de “disparate, irresponsabilidad y prevaricación” la actitud tomada por los municipios del Baix Penedès y acusó a sus respectivos alcaldes de “mirar hacia otro lado” ante la situación de “unas personas detrás de las cuales puede haber explotación e incluso grupos delictivos y mafias organizadas”. El secretario general de la Confederació exigió “que no se banalice el tema del ´top manta´”.

La Confederació no fue ayer la única en pronunciarse respecto al tema. También lo hizo la Cambra de Comerç de Barcelona que exigió a través de un comunicado “tolerancia cero” para los manteros. La Cambra califica de “precedente erróneo” la decisión de ambos Ayuntamientos porque “obstaculiza el trabajo que se está llevando a cabo para la eliminación del ´top manta´”. “El fraude de los manteros – señalan-ha ocasionado daños empresariales de diferente índole: 48% de deterioro de la imagen, 23% de daños industriales y un 24% de daños laborales y sociales” y recuerdan que en Europa, la venta ilegal representa la pérdida anual de 100.000 puestos de trabajo, según datos del estudio sobre fraude de marca a España elaborado por la Asociación Nacional para la Defensa de la Marca y el Consejo Superior de Cámaras de Comercio.

Por su parte, ni El Vendrell ni Calafell, en el Baix Penedès, tienen intención de dar marcha atrás. Benet Jané (CiU), alcalde de El Vendrell, asegura que no cambiarán su decisión: “Nos mantenemos en todo lo que hemos dicho hasta ahora”. Jordi Sánchez (PSC), alcalde de Calafell, sigue defendiendo que la decisión de pactar con los manteros ha servido para mediar en el conflicto y apartar a los vendedores de la zona de playas, donde se concentra el turismo. Sánchez asegura, además, que los comerciantes situados frente la playa de Calafell apoyan la decisión del Ayuntamiento. Sobre las palabras de Fraile pide “menos hipocresía y que no se opte por el camino de las amenazas” en referencia a las declaraciones de este. “No estamos cometiendo ninguna ilegalidad, estamos haciendo lo que podemos ante un conflicto que se ha desbordado”, explica.

Un municipio que ha tomado una decisión totalmente opuesta a la de los del Baix Penedès ha sido Cambrils, que para intentar erradicar el problema ha decidido multar con 300 euros a los clientes del top manta como medida disuasoria y para concienciar sobre la ilegalidad de comprar estos productos.