"Humilladas" y "Criminalizadas"

Las mujeres policía, ridiculizadas en un cartel marroquí

El Mundo, JOAQUÍN MANSO , 13-08-2010

Ahí estaba, a apenas unos metros del puesto de Beni Enzar, en Melilla. Pegado en un trozo de madera y colgado sobre la valla que delimita la frontera de España con Marruecos, pero del lado marroquí. Por eso tuvieron que soportarlo durante todo el día, «humilladas» y «criminalizadas», ante la impasible policía del reino alauí, que no movió un dedo frente al penúltimo intento de socavar la autoridad de las agentes femeninas de ese control exterior.

La campaña de hostigamiento «orquestada por Marruecos» contra las mujeres policía de la frontera con Melilla denunciada desde hace unos días por los sindicatos policiales se evidenció ayer con la aparición de unos carteles en los que se difunde la imagen de ocho agentes del control de fronteras y de una del equipo de investigación, vestidas de uniforme, simulando que están en una discoteca. En medio, el responsable del equipo técnico de la Comisaría de Melilla, en una pose en la que aparenta estar bailando.

Y rematando el conjunto, dos grandes manos ensangrentadas, para simbolizar las acusaciones de torturas y de racismo con las que, desde hace mes y medio, se difama a la Policía española desde el Comité por la Liberación de Ceuta y Melilla y otros sectores marroquíes. Y, quizá también, la suciedad que el islamismo más retrógrado atribuye a la mujer.

El Sindicato Unificado de Policía (SUP) denunció que se trata de una «burla denigrante» hacia las mujeres policía, que están sometidas a una «presión insoportable» y que padecen una situación que puede acabar desembocando en «bajas psicológicas», según su secretario general en Melilla, Julián Millán.

Hace tres años que las más veteranas de esas agentes se incorporaron al puesto fronterizo y, casi desde el primer día, tuvieron que enfrentarse al desprecio con el que algunos ciudadanos marroquíes despachan la autoridad de una mujer. Pero la campaña que están soportando en el último mes y medio, que incluye agresiones físicas, es insólita para ellas y coincide con el incremento de la tensión diplomática con España, alimentada por el Gobierno de Rabat.

El pasado 2 de agosto, una funcionaria recibió un tortazo en el puesto fronterizo de Farhana cuando negó el paso a un individuo, que fue detenido y conducido ante el juez después de que los guardias civiles que patrullan la valla ayudasen a reducirlo tras un forcejeo.

El SUP ha denunciado otras tres situaciones de conflicto grave. Otra de las agentes fue agredida el 18 de junio cuando se encontraba libre de servicio, también en Farhana.

El 29 de junio, un ciudadano marroquí se negó a respetar el control de documentos que le exigía una agente y le dirigió graves insultos.

Por último, tuvo lugar un suceso el 16 de julio, cuando cinco jóvenes marroquíes se mofaron de una funcionaria y trataron de organizar un motín contra ella, lo que obligó a intervenir a la unidad antidisturbios.

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