Barcelona no seguirá el ejemplo de El Vendrell y Calafell y no creará zonas de tolerancia para manteros, aunque el conseller de Interior consideró ayer razonable la actitud de los dos municipios de la Costa Daurada.

Por su parte, el alcalde accidental y responsable de promoción económica del Ayuntamiento de Barcelona, Jordi William Carnes, dejó clara ayer la postura del Consistorio: no habrá zonas de tolerancia para manteros. “No lo haremos porque sería ir contra el comercio de la propia ciudad” y porque supondría “una competencia desleal para los comercios que pagan sus impuestos”, dijo.

Esta semana, los municipios de El Vendrell y Calafell anunciaron que negociarían con los manteros a fin de que dejaran el paseo marítimo y se ubicaran en segunda línea de mar. El año pasado, en El Vendrell, hubo enfrentamientos entre la policía local y los extranjeros que se dedican a la venta ambulante. Los alcaldes señalan que no tienen medios para combatir este fenómeno y dejan en manos de Mossos y Policía Nacional la persecución de las falsificaciones y control de papeles.

Al respecto, el conseller de Interior, Joan Saura, que ejerce de presidente de la Generalitat de forma accidental, manifestó ayer que considera razonable esta postura de los municipios, que deben buscar las soluciones más “razonables”, si bien recordó que los Mossos seguirán persiguiendo este negocio y las mafias que lo explotan.

El Partido Popular reaccionó ante las palabras de Saura y le ha reclamado que actúe contra el top manta “y deje de ser el conseller del buen rollo”. Por su parte, la Cambra de Comerç de Tarragona calificó de “muy perniciosa” la vía abierta por los dos municipios de la Costa Daurada.