La nueva luna da comienzo al Ramadán, que seguirán millones de musulmanes

Durante este periodo y hasta que comience el nuevo mes lunar, no podrán ingerir alimentos ni líquidos y tampoco podrán mantener relaciones sexuales o fumar desde la salida del sol hasta el ocaso. En esta ocasión, al caer en verano, el día a día será un poco más complicado, pues no podrán hacer nada para combatir la sed.

El Día, EFE, Madrid, 12-08-2010

La nueva luna dio comienzo ayer al mes del Ramadán, al que están llamados los casi dos millones de musulmanes que residen en España, según explicó a Efe Mohamed Escudero, portavoz de la Junta Islámica.

Durante este periodo, los musulmanes no podrán ingerir alimentos ni líquidos y tampoco podrán mantener relaciones sexuales o fumar desde la salida del sol hasta el ocaso, hasta que comience el nuevo mes lunar.

“Todo musulmán adulto en estado de normalidad debe cumplirlo”, ha asegurado Escudero.

Los musulmanes que están exentos de hacerlo son los niños, las personas mayores, los enfermos crónicos, las mujeres embarazadas, en periodo de lactancia o menstruación, y las personas con enfermedades temporales.

El Ramadán, que se celebra en el noveno mes lunar, ha vuelto a caer en verano, por lo que el día a día de los musulmanes será un poco más complicado, ya que a pesar de las altas temperaturas, no pueden ingerir líquidos y, por tanto, no pueden hacer nada para combatir la sed.

Los días, además, son más largos, con lo que la jornada de ayuno también lo es.

En este sentido, el coordinador del Centro de Información para Trabajadores Extranjeros de CCOO, Carles Bertan, ha recordado a los empresarios agrícolas que es ilegal restringir la contratación de temporeros musulmanes por temor a que no soporten las condiciones laborales en el Ramadán.

Escudero, por su parte, ha hecho hincapié en el acuerdo entre la Comisión Islámica y el Estado español en 1992, que contempla una serie de derechos de las confesiones religiosas, entre otras, los de los musulmanes.

“Hay que buscar una sintonía entre el sistema empresarial español y los trabajadores, entiendo que las empresas no tienen que adaptarse a los musulmanes pero sí deberían contemplar el facilitar, en la medida de lo posible, la práctica religiosa de los empleados”, señaló el portavoz de la Junta Islámica.

Antes de que amanezca, los musulmanes en el “mes sagrado” hacen la primera oración del día y desayunan ingiriendo más calorías de lo normal para poder aguantar hasta el ocaso.

“En los otros meses, por la mañana te tomas un café y un dulce, y en el Ramadán, pues tomamos también otros alimentos como huevos o carne que nos den más energía”, afirma Escudero.

Posteriormente, cada uno hace las tareas que habitualmente desempeña hasta que cae el sol y, según la tradición islámica, rompen el ayuno con un dátil y un poco de agua u otra bebida tras lo que oran de nuevo y ya pueden comenzar a comer.

Como consecuencia de la celebración en pleno verano del Ramadán, la Operación Especial Paso del Estrecho (OPE) comenzó antes de lo habitual; de hecho, los inmigrantes magrebíes han adelantado su periodo vacacional y se calcula que a mediados de agosto ya habrán regresado a Europa más de 400.000.

Este año, además, vuelven las expresiones culturales y sociales del mundo árabe en “Noche de Ramadán”, un evento que pretende familiarizar al público español con los aspectos menos conocidos de esta festividad.

Madrid, Alicante y Las Palmas son las tres ciudades que entre el 1 y el 11 de septiembre acogerán este festival, en el que tendrán lugar conciertos, conferencias, cine y distintos talleres para mostrar la diversidad existente y aproximar culturas.

“El Ramadán es el cuarto pilar fundamental del Islam”, explicó a Efe el imán Johir Uddin de la mezquita madrileña de Baitul Mukarram, lugar de reunión de los musulmanes procedentes de Bangladesh.

Durante un mes, los fieles rememoran la revelación divina al profeta Mahoma para escribir el Corán.

“Nosotros comenzamos el Ramadán desde tiempos del profeta, pero el ayuno también está contemplado en otras religiones”, afirmó el imán.

Sheik Kabir, un bangladeshí residente en Madrid y vecino de Lavapiés, indicó que este período cobra un sentido especial para él, las familias y los amigos, pues “hasta el ambiente cambia”.

Antes de empezar el Ramadán, Kabir recorrió los supermercados donde se venden los víveres para la comida nocturna del Ramadán, un periodo que, según él, invita a reflexionar sobre lo bueno y lo malo que se ha hecho durante el año.

Para Laura Rodríguez Quiroga, presidenta de la Unión de Mujeres Musulmanas en España (UMME), el ayuno implica un “estado de autocontrol” y un “reto personal”.

El Ramadán empezó en Egipto, Jordania, Siria, Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, el Yemen, Kuwait y Sudán, después de que las autoridades religiosas avistaran el cuarto creciente de la Luna o “hilal”, que marca el inicio de Ramadán y el final del mes musulmán de Shabán.

En un intento de aliviar el ayuno bajo el sol de agosto, las autoridades egipcias han decidido adelantar la hora durante este mes para minimizar el periodo de abstinencia durante el día.

En las últimas semanas, no sólo han subido las temperaturas sino también los precios de los alimentos en la mayoría de los países árabes, hecho que ha provocado manifestaciones de protesta en paises como Egipto.

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