Bilbao. Son la semilla de la futura comunidad vasca. Tienen entre seis y doce años, pero su sensatez y particular lógica son un ejemplo para los adultos. Ellos, los más de ciento trece mil escolares que este año han cursado Educación Primaria en la Comunidad Autónoma Vasca, han demostrado que la mezcolanza de culturas no supone obstáculo alguno para sus actividades diarias y que saben entablar y evolucionar en sus relaciones de igual a igual.

Así consta, al menos, en las respuestas recogidas en un informe elaborado por la ONG Aldeas Infantiles entre numerosos alumnos integrados en este tramo educativo. Una de las conclusiones que destaca en el documento, que tiene el objetivo de mostrar el comportamiento y la percepción de los más pequeños de la sociedad con respecto a distintos valores, es que los más pequeños y preadolescentes aseguran que consideran “iguales” a sus compañeros porque, como dicen, “tienen las mismas necesidades” que ellos.

En concreto, más de la mitad (53%) de los 655 niños que participaron en este estudio contestaron que no hacen distingos con sus compañeros de otra nacionalidad, tres puntos por encima de la media estatal. Curiosamente, los vascos también superan a sus compañeros del Estado en otro apartado ya que “a la hora de mirarlos raro porque son diferentes”, un 13% (frente al 10% estatal) afirman que sí lo hacen. No obstante, un 34% considera que “se puede aprender mucho de ellos”.

Y es que, la interculturalidad se ha convertido en herramienta de aprendizaje. Se trata, de una regla básica más que las niñas y niños vascos asimilan a diario en las aulas y ponen en práctica en todos sus espacios vitales.

Calles, plazas y puntos de encuentro juvenil son cada vez más frecuentados por chicas y chicos de distinta nacionalidad. Bizkaia es el Territorio Histórico que mayor población estudiantil tiene en estas edades con 58.212 alumnos, por encima de los 38.606 en Gipuzkoa y 16.517 en Araba. En total, 113.335 chicas y chicos, la mayoría de los cuales estudia íntegramente en euskera.

Progreso y valores En concreto, y según los últimos datos publicados por el Departamento de Educación, en los centros escolares vascos hay un total de 7.996 alumnos extranjeros en Primaria, la mayoría de ellos en la red pública (5.675). La mayoría de ellos, 4.232 (44%) son de América del Sur; otros 1.052 proceden del norte de África; y 1.431 niñas y niños son de otra nacionalidad europea. Un escenario que confirma la importancia que la integración social representa para el progreso de las comunidades. De hecho, en los siguientes escalones del proceso educativo, los porcentajes de población inmigrante se repiten

De hecho, el objetivo primordial de este estudio, en el que participaron 629 de escolares Bizkaia y 29 de Araba, era conocer su actitud ante determinados valores como la generosidad, el diálogo y la paz. Así, por ejemplo, se muestra que los estudiantes vascos piensan que usando la palabra es más fácil conseguir sus objetivos (un 68% de los escolares respondieron en este sentido) que si se enfadan y gritan para obtener lo que necesitan, un 31%. Asimismo, las niñas y niños encuestados defendieron que la buena conducta era necesaria para sentirse bien consigo mismos (48%).

Destaca que los niños en mayor medida (61%) que las niñas (42%) prefieren un regalo como motivación para realizar buenas acciones. Esto puede que explique por qué una cifra tan alta como el 89% de niños vascos en esta edad reconoció en sus contestaciones que su comportamiento es “generalmente malo” o “un poco malo”, frente a un 11% que aseguró portarse siempre bien.

Respecto a la pregunta “¿Con quién eres más bondadoso?”, un 45% de los estudiantes de Primaria respondió que sus padres y abuelos son los destinatarios de la mayoría de sus atenciones y cariños. El 42%, por otro lado, contestó que prefiere a sus amigos, cifra que está por encima de la media estatal, de un 30%. El otro 12% restante de los menores se reparte entre sus profesores y el medio ambiente, con un 6% en cada caso.