Tras los incidentes y las quejas de las últimas semanas por parte de las autoridades marroquíes, José Luis Rodríguez Zapatero no tuvo más remedio que hablar ayer sobre las relaciones entre ambos países. Y lo hizo destacando que son «buenas», que tanto a España como a Marruecos los unen «muchos intereses y muchas tareas comunes» y confiando en que «no supongan ningún factor que entorpezca las relaciones».

Tras esto, el presidente del Gobierno se mostró convencido de que las Fuerzas de Seguridad del Estado actúan   «con la máxima corrección» en la frontera con Marruecos, por lo que no dudó en expresar su disposición a «informar» al Ejecutivo de Rabat de estas   actuaciones.

Zapatero ha ofrecido al Gobierno marroquí, que en la última semana ha protestado por la supuesta «actuación racista» de los agentes fronterizos de Melilla, «aclaración, diálogo e   información».  

Aclaró que su política de Exteriores  pasa por mantener «siempre» el objetivo de «priorizar las buenas   relaciones con nuestros vecinos», incluido Marruecos, un país, dijo, que resulta «prioritario» para su Ejecutivo.Y, además, apuntó que tanto el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, como el titular del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, trabajan «en esa dirección» de informar al Ejecutivo de Rabat de las actuaciones sobre el terreno.
Dos ministros que ayer valoraban la conveniencia de enviar a Marruecos a algún representante de Interior para aclarar las acusaciones lanzadas.