Un comercio irregular | LA INDUSTRIA DE LA FALSIFICACIÓN

Redes paquistanís y chinas venden el género a los mercaderes pirata

Algunos cabecillas entregan los bolsos y monederos ya dentro de las mantas. La Guardia Urbana de BCN calcula que, solo en la ciudad, operan 200 manteros.

El Periodico, 12-08-2010

Los manteros son solo el último –y más visible– escalón de la engrasada maquinaria internacional de la falsificación. Las investigaciones llevadas a cabo por la Guardia Urbana, el Cuerpo Nacional de Policía (CNP) y los Mossos d’Esquadra han puesto al descubierto diferentes tramas de fabricación y suministro de la mercancía que esos jóvenes acaban vendiendo en las calles catalanas. En la inmensa mayoría de ocasiones, los monederos, bolsos, pañuelos y cinturones son fabricados en China. En ocasiones copian los originales o bien imitan a las grandes marcas cambiando pequeños detalles. Así, son habituales los cinturones con la CK de Calvin Klein que, cuando se los mira de cerca, se descubre que llevan escrito Creaciones Kamal.

Las falsificaciones o bien llegan en contenedores marítimos mezcladas con mercancías legales o bien son enviadas desde China hasta Grecia –como han atestigüado varias investigaciones– y de ahí, con empresas de mensajería, a Barcelona.

TRANSPORTE VÍA GRECIA / En ocasiones las reciben directamente subsaharianos que las revenden a compatriotas. Así se constató en la operación en que la Policía Nacional y la Guardia Urbana detuvieron a dos senegaleses que tenían en un guardamuebles 3.000 carteras y monederos, 1.800 gafas de sol, 2.200 cinturones y 1.300 bolsos de marcas como Nike, Burberry, Tous, Gucci, Louis Vuitton y Rayban. A veces, las falsificaciones se fabrican aquí, como el taller desmantelado por los Mossos en Mataró donde se elaboraban bolsos y ropa de prestigiosas marcas.

No obstante, en la mayoría de ocasiones esa mercancía llega desde Asia a mayoristas chinos y paquistanís instalados en Barcelona o en localidades del entorno, que ocultan las copias en almacenes ocultos al público. «Ahí es donde suelen comprar la mercancía los manteros», explica Jesús Hernando, intendente mayor de la Guardia Urbana, el cuerpo que más esfuerzos dedica a la lucha contra el fenómeno de los manteros por ser la venta ambulante una infracción de la ordenanza cívica. A veces, los comerciantes asiáticos se limitan a vender la mercancía aunque la Guardia Urbana ha desmantelado comercios en que la relación era más estrecha pues los propietarios tenían la mercancía ya preparada en mantas para los vendedores.

REPARTO POR NACIONALIDADES / Cada tipo de venta lo hace un colectivo: los bolsos y monederos, los subsaharianos; los CDs y DVDs con películas, los chinos; las latas, los indios», comenta el intendente mayor Hernando, que señala que la Guardia Urbana calcula «una población flotante de unos 200 manteros en la ciudad».

«No hay una mafia de manteros. Hay un montón de chicos que se mueven juntos para apoyarse y ser más fuertes», explica esta mando de la Guardia Urbana, que destaca los esfuerzos para luchar contra este fenómeno. «Es verdad que no roban ni venden droga. Pero lo que hacen está prohibido por la ordenanza cívica. Si no apretáramos como apretamos en lugares como la Barceloneta o el parque Güell estaríamos invadidos», comenta.

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