Rabat protestó ayer, por tercera vez en tres semanas, ante el Gobierno español por la actuación de sus fuerzas de seguridad en las fronteras marroquíes.

El Ministerio de Asuntos Exteriores de Marruecos denunció en un comunicado el abandono en su costa, en la madrugada de ayer, por una patrullera de la Guardia Civil, de ocho subsaharianos en un “estado de salud crítico”. Todos ellos fueron ingresados en el hospital provincial de Castillejos, muy cerca de Ceuta.

El Gobierno de Marruecos “lamenta y se extraña de este comportamiento inhumano en total contradicción con el respeto de la dignidad humana (…) así como de los acuerdos bilaterales”. Tacha de “racista” la actuación de la Guardia Civil.

Desde medidos de julio Rabat ha emitido otros dos comunicados en los que también denunció los malos tratos que, afirma, infligió la policía, en la frontera de Melilla, a siete ciudadanos marroquíes.