A las 12.30 horas de ayer, la Ciudad Autónoma exigía a la Delegación del Gobierno que informara sobre el incidente ocurrido en la frontera de Farhana el pasado lunes, donde un agente de la Policía Nacional fue agredida por un marroquí que intentaba pasar para Melilla. El vicepresidente del Ejecutivo local, Miguel Marín, criticó que Gregorio Escobar «aún no hubiera dicho nada al respecto», algo que, a juicio del popular, «se debe a su incompetencia» para solucionar los problemas de Melilla. Asimismo, instó al Ministerio de Asuntos Exteriores a abrir la investigación oportuna «para esclarecer la agresión que sufrió la agente de la Policía Nacional mientras realizaba su trabajo».

Marín acusó a Escobar de «dejación de funciones». Aseguró que el delegado del Gobierno es una persona «poco preparada y poco capacitada» para solventar los conflictos que puedan surgir en los pasos fronterizos. Pero si una cosa tiene clara el vicepresidente del Gobierno de Imbroda es que los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad que realizan su servicio en el paso fronterizo actuaron, «de forma eficaz y diligente» en todo momento. En este contexto, Marín desmintió la versión dada por Marruecos sobre el incidente. Según explicó, cualquier persona marroquí que tenga la tarjeta de residencia de Nador puede pasar por cualquier frontera de la ciudad. Así, subrayó, queda recogido en el acuerdo de vecindad que mantiene España y Marruecos. No siendo este el caso, se obligó a la persona a mostrar el visado o pasaporte y a que entrara en Melilla por el paso de Beni – Enzar. Dicha persona se negó, agrediendo a la policía Nacional que le exigía los documentos.

Marín cree que se equivocan aquellos que piensan que puede existir algún indicio de debilidad en el paso fronterizo, por el hecho de que esté vigilado por una mujer y no, dijo, por un hombre. Aseguró que ambos «son igualmente de eficaces». A su juicio, tanto el Gobierno marroquí como el Ministerio de Asuntos Exteriores «deberían haber investigado bien los hechos antes de dar una versión oficial que difiere de la realidad». Solicitando al Gobierno español que investigue lo sucedido, Marín defiende que la situación geográfica de Melilla obliga a llevarse bien con el país vecino. Así pues, instó a la Administración central que dote de más recursos materiales y económicos a los Cuerpos de Seguridad que prestan su servicio a la zona fronteriza, también que aumente el número de efectivos de Policías Nacionales y Guardia Civiles.

Minutos más tarde de estas declaraciones, la Delegación del Gobierno de Melilla remitía un comunicado a los medios de comunicación que venía a completar el escrito facilitado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, enviado el lunes, y en el que informaba de que ya se ha abierto una investigación para aclarar los hechos.

Delegación del Gobierno.

Según los informes facilitados por la Jefatura Superior del CNP de Melilla y la Comandancia de la Guardia Civil, desde la Delegación del Gobierno se informa de que los hechos ocurrieron alrededor de las 12.30 horas, cuando el paso fronterizo de Farhana se encontraba en plena actividad y ratifica la descripción de los hechos facilitada por Marín. Añade que la agente de policía agredida solicitó ayuda, que le fue prestada por un agente de la Guardia Civil que se encontraba realizando el control de entrada de vehículos. El agresor persistió en su actitud, forcejeando y escupiendo al guardia civil, que sufrió traumatismo leve en el brazo derecho, hasta que fue finalmente reducido, detenido y conducido al Hospital Comarcal, donde fue asistido, para posteriormente ser trasladado a las dependencias del CNP y puesto a disposición de la autoridad judicial. La agente de Policía, así como el guardia civil recibieron también asistencia médica. Ninguno de los implicados sufrió lesiones de gravedad.

Se trata, por tanto, de un incidente puntual en el que se produjo una actuación proporcionada de los Cuerpos de Seguridad.