A sus escasos 17 años y con solo seis meses de catalanidad en la mochila, Rabil ya puede alardear de haber pisado el Parlament. Y no fue sola. La acompañaron en la visita Prabhjot, su compañera de pupitre –de origen indio y con solo medio año más de experiencia en la tierra de Joan Maragall– y el resto de chicos de entre 12 y 18 años que durante el mes de julio han participado en la versión veraniega de las aulas de acogida temporal, impulsadas de forma experimental por el Consorci d’Educació de Barcelona el verano pasado, y que este año, con unos 70 chavales inscritos –el doble que en el 2009– ha consolidado el modelo.

La visita al Parlament, como la realizada al parque Güell y a otros puntos emblemáticos de la ciudad, forman parte del complemento «ciudadano» a la actividad, cuyo cuerpo central consistente en talleres de lengua catalana, impartidos por entregados profesionales de la Escola Oficial d’Idiomes de Drassanes en las aulas del IES Consell de Cent, en el Poble Sec.

Margarida es la maestra de Rabil y Prabhjot, alumnas de uno de los tres grupos en los que se dividen los recién llegados. El objetivo de estas clases es dar a los chavales una base de catalán, para que el curso próximo puedan incorporarse al ciclo ordinario con normalidad. La joven profesora –primeriza ante un alumnado de estas características– valora la iniciativa: «Es increíble cómo han aprendido en tan poco tiempo».

MEZCLARSE / Uno de los retos para la maestra fue que los adolescentes, recién llegados a la ciudad fruto de reagrupamientos familiares, se mezclaran entre ellos. «Los primeros días se juntaron por comunidades de origen y no había quien les separara, pero con los ejercicios en grupo, poco a poco ese aspecto se ha mejorado mucho y se han abierto», relata.

«Es bueno, redondo, rojo y se come en verano», describe tímido uno de los 14 alumnos de la clase de Margarida en un catalán más que correcto. Hoy toca aprender los nombres de las frutas y las verduras. Los chicos se portan exageradamente bien para su delicada edad, para el calor que hace en el centro y para tratarse de una mañana de viernes de julio en la que, en vez de estar en la playa, los chicos están entre las cuatro paredes del instituto. Les sale a cuenta el esfuerzo. Tanto Prabhjot como Rabil, al ser mayores de 16 años, el curso pasado asistieron a la escuela de adultos Freire, donde el año que viene se prepararán para las pruebas de acceso a un grado superior.

Muchos de los chicos que participan en los talleres de las aulas de acogida también lo hacen en A l’estiu, Barcelona t’acull –actividad que forma parte del programa de acompañamiento a chicos que llegan a la ciudad por reagrupamiento familiar–, que se está llevando a cabo en Horta, Nou Barris, Sant Andreu, Sant Martí, Ciutat Vella y Sants. Esta iniciativa, que se hace en varias bibliotecas de los citados distritos, se prolongará durante todo el mes de agosto, hasta el próximo día 27.