polémica ley de inmigración

Nogales, el peligroso limbo de los "sin papeles"

Mientras la SB1070 va caldeando el clima político en Estados Unidos, muchos luchan por alcanzar el "sueño americano" y otros tiran la toalla

Deia, SILVIA AYUSO, 03-08-2010

NOGALES (Sonora)

LLÁMAME Eduardo". O Emilio. O Pedro. Total, no puede demostrarlo. Todos sus documentos, al igual que el resto de su vida, se quedaron en el que durante 12 años fue su hogar, Phoenix, en Arizona. Hace cuatro días, la migra, el servicio estadounidense de inmigración, acabó de un plumazo con todo ello. Cuando habla, Eduardo no mira atrás. A unos metros a su espalda, se erige la alta valla que separa los dos Nogales y las dos vidas que tuvo, la estadounidense, donde quiso construirse un futuro, y la mexicana, donde acabó súbitamente deportado, dejado por un camión en plena noche con lo puesto tras ser pillado por una infracción de tráfico.“Fronteras, cicatrices en la tierra”, reza una de las múltiples pintadas sobre el lado mexicano de la valla. A Eduardo ya no le quedan fuerzas, dice. Abandona el sueño americano. “Ahora, en Arizona, toda la gente que se levanta a trabajar sabe que a lo mejor no va a volver a su casa. Por eso en la mañana todo el mundo se despide como si fuera el último día allá”, cuenta. A su lado, Juan asiente. También él fue deportado con lo puesto, en su caso el uniforme de trabajo como mecánico durante los diez años que vivió en Phoenix. Eduardo y Juan se conocieron en el camión de los servicios de inmigración que les llevó a Nogales. Desconcertados todavía por lo que les ha pasado, muchos deambulan perdidos por la ciudad. Al menos tienen algunos puntos de apoyo. Agencias del Gobierno mexicano, iglesias y ONG les ayudan en su vuelta a casa. Allí pueden llamar a sus familiares, se les proporciona un albergue, comida y la posibilidad de adquirir por la mitad del precio normal un billete de autobús hacia diversas ciudades mexicanas.

presos en tucson Marcela todavía tiene el susto pintado en la cara. Junto con su marido, trató de cruzar la frontera por el desierto. Pero su sueño ni siquiera empezó. “Dos horas nos faltaron para llegar, después de toda una noche caminando por el desierto nos agarraron”, recuerda. Pasaron tres días en una cárcel de Tucson, Arizona. La pareja lo tiene claro. “La experiencia” ha sido demasiado dura, no volverán a intentarlo y en Nogales sólo ansían la ayuda que les prestan para regresar a su punto de origen. Pero no todos están dispuestos a abandonar el sueño americano. Nogales es también uno de los múltiples puntos de partida para volver a intentar cruzar esa frontera. Para Odi no es la primera vez. Hace dos años ya desafió el desierto, la migra y todos los obstáculos para llegar a Estados Unidos. Dos meses atrás lo deportaron a su país natal, El Salvador, y apenas unos días después ya estaba de nuevo en camino hacia México, un largo y peligroso periplo que le llevó mes y medio. En Nogales, siente que su sueño vuelve a estar al alcance de la mano. “Vamos a volver a intentarlo, aunque ahora se mira que la situación está más difícil por la SB 1070 y las cosas malas que hay en el desierto… pero es necesario. Dejamos nuestros hogares, nuestros países y tenemos que llevarles el sustento”.

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