Joe Arpaio, sheriff del condado de Maricopa: «Sé más que nadie de inmigración y Obama debería pedirme consejo»

Diario Sur, MERCEDES GALLEGO ENVIADA ESPECIAL, 02-08-2010

Joe Arpaio se autoproclama «el sheriff más duro de América» pero organizaciones como Amnistía Internacional, el Sindicato de Libertades Civiles de EE UU o la Liga Antidifamación le consideran el peor por sus prácticas racistas contra los hispanos del condado de Maricopa. El propio alcalde de Phoenix, Phil Gordon, que cae bajo su jurisdicción, le acusa de haber implementado «el reino del terror».

Héroe o macarra, con ley o sin ella, Arpaio seguía la pasada semana organizando redadas y recibiendo a periodistas en el patio de la prisión. Este italoamericano de Massachusetts que ejerció de policía en Las Vegas, después de servir en el Ejército y antes de trabajar en Centroamérica para la DEA (Agencia Antidrogas), busca el brillo de las cámaras, una medalla y una invitación de Obama para asesorarle sobre inmigración.

- ¿Le está dando mucho trabajo la Ley Antiinmigración SB1070?

- ¿A mí? Bueno, un día arresto a uno porque le pega a la mujer, otro día a otro porque va bebido. Para mí esto es un día más.

- Y un ilegal más, ¿no?

- Si mira las cifras, llevo 40.000 en los últimos dos años. La Casa Blanca me concedió una medalla y me la merezco. Soy el único sheriff del país que encadena a las mujeres y las pone a trabajar en cosas como enterrar a los muertos. He conseguido que las comidas de los presos cuesten 25 centavos al día y que todavía paguen por el costo de su estancia. Nada de televisión, ni revistas porno, ni cigarrillos, ni sal, ni café.

- Vamos, que se preocupa por su salud.

- Es usted la única periodista inteligente capaz de apreciarlo. Incluso tengo un programa para que donen sus riñones y el resto de sus órganos si se mueren en la cárcel. Es una cosa buena, ¿no? ¿Por qué no me iban a dar una medalla?

- Se la daría la Casa Blanca de George W. Bush, porque la de Barack Obama le ha retirado el permiso para seguir ejerciendo funciones migratorias. ¿Qué es lo que encontraron que no les gustó?

- Que lo hago mejor que ellos. Son cosas políticas. Me han investigado por racismo pero no han encontrado nada. Lo que tendría que hacer Obama es pedirme consejo, que sé de inmigración más que todos esos que están ahí. Yo he estado en la Casa Blanca, he tratado antes con presidentes, ¿por qué no me puede invitar a mí? De hecho, yo soy un fan del baloncesto y a él también le gusta. Puede que logremos más en una cancha de baloncesto que en ninguna otra parte. Estaré encantado de prestarle mi experiencia de 40 años como alto funcionario en la frontera estadounidense – mexicana. ¿Por qué no me pregunta mi opinión? Bueno, Janet Napolitano seguro que le dice que no me invite.

- ¿No se llevan bien?

- Trabajamos muy unidos durante muchos años hasta que se cruzó el tema de la inmigración. No le gustó lo que yo hacía cuando ella era gobernadora, y ahora es secretaria de Seguridad Nacional.

- ¿Y qué le aconsejaría a Obama si le invitase?

- Ah, no pienso revelar mis secretos. Sé cómo resolverlo, pero va a tener que preguntarme él mismo. Tengo más experiencia como diplomático y alto funcionario que todos esos tipos que tiene.

- Son muchos los que le consideran racista.

- No lo soy, tengo cuatro nietos de diferentes razas, uno de ellos es de esos, mexicano.

- ¿Qué piensa de los hispanos?

- Trabajé cuatro años en Ciudad de México como director regional de la DEA. Estuve también en Panamá con el general Noriega, en Argentina. Me llevaba bien con todos.

- Pero la mayoría de la gente que detienen sus agentes tienen rasgos hispanos.

- Detenemos gente de todos los colores. ¿Le ha parado a usted alguien estos días?

- No, pero yo no voy conduciendo.

- También detenemos en la calle.

- Los grupos de derechos humanos están pidiendo que le detengan a usted por violar los derechos civiles. ¿Qué responde a eso?

- Ellos no tienen nada que hacer en eso. ¡Yo les detengo a ellos! ¡Yo soy la ley!

- ¿Qué opina de Barack Obama?

- Soy un americano leal, y él es el presidente de EE UU. Yo soy un republicano, hubiera preferido ver a Mitt Romney en la Casa Blanca, pero sigue siendo el presidente.

- ¿Qué piensa de la gente armada que patrulla la frontera?

- Yo tengo un ‘posee’ de voluntarios.

- Sí, ‘posee’, ya sabe, como los voluntarios cowboys a caballo. Tengo una aquí. Les utilizo para mis operaciones, como en las redadas.

- ¿Es esa la fórmula que aplicaría en la frontera?

- Bueno, yo no soy el sheriff de la frontera. Si lo fuera, creo que usaría mi ‘posse’.

- ¿Le gustaría ser el sheriff de la frontera?

- No, mi oficina es más grande que todas esas juntas. ¿Por qué voy a dejar de representar a cuatro millones de personas, que es la mayoría del estado de Arizona?

- ¿Qué otro puesto le gustaría tener?

- Podría haber sido gobernador. Hace dos meses rechacé el puesto por cuarta vez. No quiero un puesto más alto.

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