Una discusión por el dinero del alquiler de la vivienda que debía pagar cada inquilino desencadenó el crimen de la calle Guillén Ferrer en Valencia. Los dos compañeros de piso se enzarzaron en una pelea que terminó con el brutal acuchillamiento de Alexander, un inmigrante ucraniano de 55 años de edad.

La víctima recibió varias puñaladas, una de ellas mortal de necesidad, a la altura del tórax. Tras la agresión, el homicida huyó, pero fue detenido horas después por la policía en las inmediaciones de la casa donde perpetró el crimen.

Como ya informó en su edición de ayer LAS PROVINCIAS, los hechos ocurrieron sobre las 15.30 horas en una vivienda situada en el número 3 de la calle Guillén Ferrer, junto a la avenida Peset Aleixandre. Al lugar acudieron con urgencia varias patrullas de la Policía Nacional y el SAMU, que no pudo hacer nada para salvar la vida de la víctima.

Tras ser alertados del crimen, dos equipos policiales se hicieron cargo de las investigaciones. Los agentes de la Policía Científica practicaron una minuciosa inspección en la casa en busca de huellas y otros vestigios. Mientras tanto, miembros del Grupo de Homicidios de la Jefatura de Policía realizaban indagaciones para localizar y detener al autor del apuñalamiento.

El homicida, un azerbaiyano de unos 60 años, fue apresado sobre las 21 horas por una patrulla del Grupo de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional. El sospechoso tenía señales de lucha en su cabeza. Según su testimonio, recibió un fuerte golpe durante la pelea que mantuvo con Alexander.

El detenido, cuya identidad responde a las iniciales T. A., había bebido bastante vino, aunque se encontraba sobrio cuando los policías le leyeron sus derechos y le informaron del motivo de su arresto. Según informaron fuentes jurídicas, el presunto homicida declaró que actuó en defensa propia cuando apuñaló a su compañero de piso. Los otros dos inquilinos de la casa no participaron en la pelea mortal.