Los latinos se fijan ahora como objetivo los comicios intermedios de noviembre

Unos 6,5 millones de hispanos podrían votar motivados por la ley de Arizona

Deia, Silvia Ayuso, 31-07-2010

Phoenix. “Nos acordaremos en noviembre”. El mensaje impreso en camisetas y pancartas de los activistas de Arizona adelanta ya la próxima meta de una comunidad, la inmigrante, cada vez mejor organizada: las elecciones de medio término donde se renovará toda la Cámara de Representantes y un tercio del Senado estadounidense. De hecho, apaciguadas las protestas por la controvertida ley migratoria SB 1070, los activistas que durante días acamparon delante del Capitolio de Phoenix no perdieron tiempo en empezar su nueva estrategia.

Líderes de la comunidad colocaron en lugares bien visibles mesas con los documentos necesarios para registrarse en la votación de unos comicios considerados clave para reevaluar el equilibrio de fuerzas entre demócratas y republicanos. “Vamos a pelear por el voto de las personas que están apáticas y no creen en el cambio, queremos que la gente tenga el ánimo de levantarse y luchar, porque si logramos esta victoria vamos a ganar”, dijo Marta Calderón, una de las organizadoras de las protestas de Arizona.

Su mensaje está acorde con lo que vienen advirtiendo los grupos proinmigración de todo el país: que más les vale a los políticos no bajar la guardia ante el creciente poder de voto hispano, que ya es la primera minoría del país y que todos coinciden en que fue clave para la victoria del presidente Barack Obama en 2008. “Habrá consecuencias políticas para aquellos que bloqueen (la reforma migratoria) o simplemente se queden a un lado”, ha reiterado en las últimas semanas Janet Murguía, presidenta de La Raza, la mayor organización latina del país.

Según un sondeo de la Asociación Nacional de Funcionarios Latinos (Naleo), por primera vez en la historia la inmigración se ha convertido en la “principal prioridad” de los inmigrantes, por delante de cuestiones como la economía o la educación. Y un dato más: el 61% de los hispanos con derecho a voto aseguraron en la encuesta que “definitivamente” acudirán a las urnas en noviembre. Lo que significa que al menos 6,5 millones de hispanos podrían ejercer su derecho al voto en los próximos comicios, cifra nada desdeñable en unas votaciones más que indecisas en un número de estados suficiente como para poner en juego el equilibrio de poderes en el Capitolio.

Tajada republicana La pregunta es si todas estas cifras demuestran que la reforma migratoria – y por ende Arizona – es un tema del que republicanos o demócratas pueden sacar tajada electoral. Los republicanos se apoyan en otras encuestas, aquellas que han demostrado el alto apoyo que la SB 1070 tuvo en la ciudadanía estadounidense. Analistas del partido se muestran confiados en que el apoyo republicano a la ley de Arizona les rendirá frutos entre su electorado más conservador. Para el estratega Kurt Davis, el hecho de que el gobierno demandara la SB 1070 y que una juez “nombrada por Clinton” haya bloqueado buena parte de la normativa “asegurará que este tema sea discutido durante el ciclo electoral”. Sin embargo, el también estratega Robert Creamer apunta que al interponer una demanda contra la ley y criticarla abiertamente, el gobierno de Obama “abrazó la batalla de defender a la comunidad” latina y, con ello “logró una gran victoria”. Que esta acabe trasladándose en votos en noviembre es algo que todavía está por verse.

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