Arpaio no se rinde

El "sheriff" más duro de Estados Unidos se ha convertido en la pesadilla de los inmigrantes con su cárcel al aire libre

Deia, Silvia Ayuso, 30-07-2010

Phoenix

Vacancy – habitación libre – . El letrero de neón que parpadea sobre Tent City, la cárcel de tiendas de campaña del sheriff del condado de Maricopa, Joe Arpaio, parece una broma de mal gusto. Pero más que nada constituye toda una declaración de intenciones. “No quiero que ningún jefe de policía o político me venga a decir: no puedo meterlos en la cárcel porque el sheriff no tiene más espacio”, explica Arpaio, quien con su récord de detención de indocumentados y deportaciones – una cuarta parte de las de todo Estados Unidos – se ha convertido en la pesadilla de los inmigrantes.

Puede que una juez haya ordenado la suspensión de puntos clave de la ley migratoria SB 1070 que ayer entró en vigor en Arizona, pero para Arpaio, a quien le gusta llamarse el sheriff más duro de Estados Unidos, la batalla no está perdida. De hecho, poco le importa la decisión de la jueza Susan Bolton. “Vamos a continuar con nuestras operaciones, nada cambiará en nuestra lucha contra la inmigración ilegal”, advirtió ayer. “Acabo de hacer otra sección para el caso de que la policía aplique la ley”, recordó sobre la recién creada sección SB 1070. La nueva sección no se diferencia en nada de las demás estructuras de la controvertida cárcel. Cubiertas por unas carpas de plástico sobre una estructura de hierro, las cinco “tiendas” de la nueva sección tienen espacio para 22 prisioneros cada una, que al igual que los demás residentes forzosos de Tent City tendrán que hacinarse en estrechos camastros extendidos sobre una plataforma de hormigón.

Que Arpaio está orgulloso de la cárcel creada en 1993 está claro. Incluso permite hacer visitas guiadas. La guarda Renée Ansley pasea a los curiosos por el recinto. Con temperaturas que rozan los 40 grados, la mayoría de los presos apenas tiene fuerzas más que para permanecer tirados sobre su camastro o buscar una de las escasas sombras del recinto. Muchos se han quitado la camisa a rayas grises y blancas, a la vieja usanza y con el lema preso del sheriff a la espalda que constituye el uniforme reglamentario de Tent City. Por el borde del pantalón les sobresale el calzoncillos rosa también obligatorio, a juego con los calcetines y toallas del mismo color que recibe cada preso, todos ellos con condenas de un máximo de un año de cárcel por delitos menores.

Texto en la fuente original
(Puede haber caducado)