INMIGRACIÓN | Entre los manifestantes había indocumentados

Al menos 40 detenidos en Phoenix en las protestas contra la Ley de Arizona

El Mundo, , 30-07-2010

Los hispanos han salido a la calle en protesta contra la ley de inmigración que este jueves entra en vigor en Arizona, y el temido sheriff ‘Joe’ Arpaio ha replicado mandando a la policía antidisturbios al centro de Phoenix y deteniendo al menos a 40 manifestantes, periodistas incluidos.

A los gritos de “¡Arpaio, escucha, seguimos en la lucha!”, la protesta ha llegado a congregar a unos 200 manifestantes a las puertas de la cárcel de la Cuarta Avenida, en la jornada de ‘desobediencia civil’ convocada por varios grupos hispanos. La consigna era impedir que la policía pudiera encerrar allí a los indocumentados detenidos en las últimas horas.

Pero el sheriff Arpaio ha respondido con mano dura y lengua de hierro: “Si quieren hacer compañía a los ilegales, serán bienvenidos. No vamos a permitir que nadie venga al condado de Maricopa a hacer alardes y alterar el orden público. Quien quiera impedir que encerremos a los presos, acabará también preso”.

Las protestas lograron al menos parcialmente su objetivo. El inusitado despliegue policial forzó al sheriff Arpaio a cambiar de idea y suspender la nueva y temida “operación de supresión del crimen” prevista para este jueves. “Tengo la sensación de que hoy no vamos a detener ilegales con todo lo que está pasando”, reconoció Arpaio.

La gobernadora de Arizona Jan Brewer ha confirmado entre tanto que presentará hoy mismo un recurso contra la decisión de la juez Susan Bolton, que bloqueó los capítulos más controvertidos de la ley SB1070, como la obligación de los inmigrantes de portar en todo momento sus papeles y la autoridad a la policía local para preguntar sobre el estatus legal de un detenido ante la menor “sospecha razonable”.

La decisión judicial rebajó notablemente la tensión en Arizona en la tarde del miércoles. Los ánimos se han vuelto sin embargo a caldear hoy, con temperaturas cercanas a los 40 grados en el centro de Phoenix, y con los ‘refuerzos’ llegados de otros estados para sumarse a las protestas.

Entre los manifestantes había decenas de indocumentados que han decidido plantarle cara a la ley y desafiar al sheriff Arpaio. “Yo me quedo, pase lo que pase”, aseguraba Rosa María Soto, de Hermosillo (Sonora), madre de cinco hijos y afincada desde hace 11 años a este otro lado de la frontera. “No me ha sido posible legalizar mi situación, pero no arrojo la toalla como han tenido que hacer otros. Yo no he perdido la fe y la esperanza. Sigo poniéndole velas todos los días a la Virgencita de Guadalupe”.

Rosa María encabezó la vigilia de 100 días desde que la gobernadora Jan Brewer estampó su firma en la polémica ley. Los actos de resistencia pacífica dejaron paso a la campaña de ‘desobediencia civil’ bajo el lema unánime de “¡No cumpliremos!”
“La comunidad hispana está aliviada, pero aún no hemos logrado la victoria”, declara Orlando Arena, de la organización Puente. “Hay capítulos de la ley 1070 que son intolerables. Por ejemplo, me pueden detener por el simple hecho de llevar en mi coche a un amigo o a un familiar indocumentado. Esto no lo vamos a tolerar. Tenemos que parar la ley completa”.

“La lucha sigue y de aquí no nos vamos”, proclamaba Ángel Coronado, de la asociación Democracia Ahora. “Estoy harto de que me paren y me intimiden por el color de mi piel”, confiesa Ángel, nacido en Bisbee (Arizona). “Nos han elegido a los hispanos como chivos expiatorios y nos echan la culpa de todo”, se lamenta. “Se ha instalado acá un racismo que se está haciendo insoportable. Pero nos vamos a quedar, así nos lleven otros 500 años”.

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