vitoria. Los mayoristas de Los Huetos han soportado demasiado durante más de una década, desde que se asentaron con sus frutas y verduras a pocos metros de la casa de la polémica familia de etnia gitana. Pero, por fin, el Ayuntamiento, el mismo que en este tiempo ha mirado para otro lado mientras ellos afrontaban gastos extra para combatir la suciedad e intensificar la vigilancia, les ha tendido la mano. El gabinete de Patxi Lazcoz ha decidido rebajarles el canon que pagan por ocupación del suelo. Así, a partir de este año, la empresa que tiene la concesión del mercado, Grugeme, desembolsará 15.000 euros. Es la misma cantidad que en los primeros cinco años del contrato y 9.000 euros inferior que la establecida a partir de entonces.

La rebaja se mantendrá hasta que finalice la concesión administrativa, aproximadamente siete años. “Parece que por fin vamos por el buen camino”, aplaude, en nombre de los mayoristas, José Luis. La decisión adoptada por el equipo de gobierno ha permitido que el mercado siga a flote. “Si hubiéramos seguido como hasta ahora, tendríamos que haber dejado la concesión administrativa. Hemos tenido muchas pérdidas, y a eso se ha sumado el sufrimiento psicológico”, sostiene el comerciante.

El gabinete de Patxi Lazcoz les ha asegurado, además, que la previsión es que la familia gitana salga definitivamente de Los Huetos el próximo mes de diciembre. Una promesa que les ayuda a seguir al pie del mercado, aunque la realidad indica que no es conveniente emocionarse con las buenas palabras del Ayuntamiento. El año pasado pagaron el canon de 24.000 euros, pese a que al principio habían anunciado que volverían a plantarse – como ya venían haciendo desde 2005 – , porque desde el Departamento de Intervención Social se les aseguró que la pesadilla de Los Bartolos finalizaría antes de Navidad. Y, finalmente, 2010 se estrenó con los mismos vecinos y los mismos males.

la deuda se fracciona Rebajado el canon, a partir de ahora el mercado de mayoristas comenzará a abonar la deuda que tenía pendiente con el Ayuntamiento, más de 80.000 euros por las tasas no pagadas desde 2005 hasta 2008. “Nunca hemos pretendido que nos perdonaran este dinero. Pero es que teníamos muchos gastos”, explica José Luis. Y, además, dos cláusulas del contrato que firmaron en 1995 les daban aparentemente la razón: su derecho a trabajar sin ser perturbados y a obtener la protección municipal en caso de que se produjeran contratiempos.

El gabinete de Patxi Lazcoz tampoco se ha olvidado de las facturas pendientes, ya que el canon anual es un ingreso de derecho público sobre el que no cabe la posibilidad de condonación. Pero como en todo momento ha sido consciente del calvario que han sufrido los mayoristas, lo que ha hecho ha sido ofrecer la posibilidad de fraccionar el pago de la deuda. “Aún no ha finalizado la negociación, pero la idea por ambas partes es que la fórmula escogida sea lo menos gravosa posible para nosotros”, apunta José Luis.