'Pateras policiales': peor que furgones de ganado
Los inmigrantes detenidos son llevados en vehículos «que no cumplen los mínimos de la UE para el traslado de animales»
El Mundo, , 26-07-2010La crisis económica ha llegado también a los equipamientos policiales. En concreto, a los vehículos que los agentes ya conocen coloquialmente por el nombre de pateras policiales. Son las furgonetas que utilizan las Fuerzas de Seguridad para trasladar de un sitio a otro a los inmigrantes indocumentados.
Los extranjeros son obligados a viajar cientos de kilómetros hacinados en claustrofóbicos cubículos apenas ventilados, sin llevar el cinturón de seguridad puesto y en una «situación potencial de grave riesgo».
Lo ha denunciado el Sindicato Unificado de Policía (SUP), que, en un escrito dirigido el pasado día 15 al Consejo de Policía, se queja de que la Jefatura Superior de Policía de Valencia «dispone el traslado de inmigrantes en vehículos celulares que no cumplen los mínimos requisitos exigidos en la UE para el traslado de animales».
«Ni en ventilación, ni en espacio, ni en garantía antideslizamientos y golpes, los vehículos en los que son traslados los inmigrantes en España, al menos desde Valencia, serían aceptados en la UE para el traslado de vacas, cerdos o cabras», valora el sindicato mayoritario de los policías (con 30.000 afiliados).
La tortura se prolonga durante horas: «Los inmigrantes viajan sentados en asientos metálicos, sin ningún tipo de sujeción, y así hacen 160, 300 y 600 kilómetros, según vayan a Alicante, Madrid o Ceuta», relatan los agentes, que tampoco salen muy bien parados en estos viajes.
Así, los propios policías tienen que viajar «en un asiento que tampoco tiene cinturón de seguridad y junto con el equipaje de los inmigrantes, compartiendo un mismo habitáculo con ellos y los enseres, todos en situación potencial de grave riesgo».
Prueba de la desidia que rodea al mantenimiento de estas furgonetas es que ni siquiera llevan chalecos reflectantes o linternas para casos de avería. Los responsables de estas unidades admitieron, según el SUP, que estos utensilios se perdieron en una ocasión y no han vuelto a reponerse. Y es que a veces el presupuesto no da más de sí. Aunque sea a costa de la seguridad.
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