El Gobierno vasco solicita el «agravante de racismo» por la paliza a 4 senegaleses

El Correo, DAVID GONZÁLEZ, 21-07-2010

Hace justo una semana, cuatro trabajadores senegaleses de una empresa de Lantarón recibieron una paliza a manos de un ex compañero despedido por «xenófobo» y de otros cinco jóvenes. Esa tarde se sintieron solos y desamparados. Ayer, siete días más tarde, creció un poco más la cadena de apoyos desde que se conociera el caso. El Gobierno vasco y la Diputación alavesa recibieron a varios representantes de esta comunidad africana – con una presencia de 6.000 personas en Euskadi – bajo el propósito de expresarles su «solidaridad y ayuda». A ambos encuentros acudió el secretario general del Consulado de Senegal en España.

El aliento más rotundo salió de labios del director de Inmigración del Ejecutivo de Lakua, Miguel González. Aparte de condenar «la brutal agresión de tinte racista», solicitó a las autoridades judiciales que incluyan «los agravantes correspondientes de racismo y xenofobia» en la causa abierta.

De momento, los seis agresores se encuentran en libertad con cargos. Resta que tres de ellos testifiquen ante la titular del Juzgado de Instrucción número 1 de Vitoria. Otros dos rendirán cuentas en la Fiscalía de Menores debido a que aún no han alcanzado la mayoría de edad. J.S., el mayor del grupo y considerado el cabecilla del ataque, tiene 21 años.

El incidente ha generado una ola de preocupación entre la comunidad africana afincada en la comunidad autónoma. De ahí que el titular de Inmigración lanzara un mensaje de tranquilidad. «Queremos mostrar nuestra solidaridad con las víctimas y transmitir un mensaje de calma y de seguridad en la Justicia».

«Muy preocupados»

Aún «consternados» por el violento suceso, la asociación de senegaleses de Álava prepara movilizaciones de protesta. De esta forma, el próximo 31 de julio, sábado, han convocado una «concentración de repulsa» en la Plaza de la Virgen Blanca de la capital alavesa. El acto reivindicativo arrancará a las diez de la mañana.

Pero el principal desasosiego para los trabajadores que recibieron la paliza y para Mboolo Elkartea, la agrupación de senegaleses que cuenta con 214 asociados en Álava, es que «varios de los agresores viven en el mismo barrio que nuestros compañeros». Las víctimas y algunos de sus atacantes residen en Miranda de Ebro. Según denunció su máximo responsable, Ousmane Ly, sus cuatro compatriotas agredidos «siguen muy preocupados porque estas personas fueron al polígono con la intención de matarles. Recordamos que iban con armas», insistieron. Los autores de la paliza utilizaron, al menos, dos bates de béisbol.

«No vamos a contestar con ninguna agresión, sólo confiamos en la ley», terció Ly. «Tendemos nuestra mano a las instituciones para colaborar y para explicarles nuestro punto de vista y, únicamente, solicitamos que la Justicia haga su trabajo. Pedimos públicamente que la ley caiga sobre los culpables», subrayó el portavoz de la agrupación.

Mboolo Elkartea también tuvo palabras de «sincero agradecimiento» hacia la dirección de Curvados Quintín, fábrica donde trabajan los cuatro senegaleses atacados. Al llegar a sus oídos «la reiterada actitud xenófoba» de J.S. y de su padre – ambos empleados de la firma – , sus responsables optaron por rescindir sus contratos. «Agradecemos muchísimo la actitud de la empresa. Actuaron con enorme responsabilidad. Cuando se enteraron de lo que pasaba decidieron despedir a esas personas por su comportamiento conflictivo y por sus provocaciones», relató Ly. Horas después, J.S., en compañía de cinco jóvenes, atacó a sus ya ex compañeros.

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