El burka y los toros

La Vanguardia, José Antich - DIRECTOR , 19-07-2010

CUANDO el 83% de la ciudadanía se expresa en una determinada dirección y los poderes públicos no sólo no hacen caso sino que tienden a hablar con desconsideración y cierta superioridad moral, hay algo más que desapego político. Seguramente existe un deseo de utilizar los gobiernos más como arma ideológica que como solución de los problemas. Algo de eso sucede con el debate abierto sobre la prohibición del velo integral – burka y niqab-en espacios públicos que ha sido alentado por diferentes consistorios gobernados por PSC y CiU que han acabado aprobando mociones que chocan con lo que hace su municipio vecino. La encuesta que publicamos hoy es reveladora del sentir de los catalanes al declararse a favor de la prohibición del velo integral en los edificios públicos el 83% de los encuestados, e incluso un 64% es favorable a que no se use en la calle. ¿Por qué no ha habido una iniciativa legislativa del Govern en esta cuestión? Cuando se ha planteado este tema en algún debate, he oído argumentos aparentemente sensatos aunque fácilmente desmontables. No hay urgencia en pronunciarse sobre esta cuestión y son pocas las mujeres que pasean por la calle con esta prenda. La labor del gobernante es siempre, aunque no se practique a menudo, adelantarse al problema y saber intuir qué elementos pueden ser objeto de discusión en el futuro. Los países europeos de nuestro entorno han abierto ya el debate. Francia y Bélgica han prohibido el velo integral, Holanda, Dinamarca, Italia y Dinamarca estudian una iniciativa legislativa similar. Será, quizá, que meterse en polémicas como la prohibición de los toros, donde la sociedad catalana está más dividida (el 43% apoya que se prohíba y el 36% se opone), tiene una rentabilidad electoral superior.

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