Agentes de la Guardia Civil de la Comandancia de Sevilla han detenido a un ciudadano rumano, identificado como S.D., de 42 años de edad, por los supuestos delitos de homicidio doloso en grado de tentativa, malos tratos continuados en el ámbito familiar y falsificación de documento, pues supuestamente intentó quemar a su ex pareja con líquido inflamable y un mechero.

La Guardia Civil recibió una llamada de una mujer, «muy asustada», que comunicó que su ex marido pretendía matarla, y que en ese momento, se encontraba en un negocio de su propiedad, localizado en la localidad de Los Palacios y Villafranca.

Tras ello, una patrulla fue enviada «urgentemente» al lugar. Una vez allí, los guardias civiles hallaron a la denunciante en estado de «gran» nerviosismo, señalando a los agentes que le habían rociado con un líquido inflamable con intención de prenderle fuego. Además, la víctima manifestó que el agresor es su ex pareja y que sospechaba que estuviera todavía en el interior del local.

De este modo, los agentes extremaron las precauciones y localizaron al agresor escondido en el cuarto de baño, por lo que fue invitado a salir. Tras ello, salió corriendo con un cigarrillo en una mano y un mechero en la otra, «evidenciando con claridad, de esta manera, sus intenciones», aunque «rápidamente» fue reducido por los guardias civiles.

Una vez en dependencias del cuerpo, los guardias llegaron a saber por las declaraciones de la víctima que ella había abandonado al agresor, pero que éste la había recogido en su trabajo y, por la fuerza, la tuvo retenida en su domicilio, dejándola salir sólo para trabajar.

También conocieron los agentes que el supuesto agresor tenía doble identidad, puesto que fue expulsado de España y, al casarse con la víctima, tomó los apellidos de ésta.

Doble nacionalidad

El juzgado de guardia al que correspondió el asunto decidió ayer ordenar el ingreso en prisión preventiva de S.D., que pasó su primera noche en el centro penitenciario Sevilla I a la espera de que concluya la instrucción y se celebre el correspondiente juicio.

La decisión del juez se produjo después de escuchar la declaración del presunto homicida y una vez que éste pasó a disposición judicial tras permanecer en dependencias de la Guardia Civil y prestar testimonio ante los agentes que investigan el suceso.