| Productor de cine argentino que aterrizó en Vigo en el 2009

Sara Vila Óscar López llegó a Vigo en el año en el que menos inmigrantes recibió Galicia. Huía de una crisis que duraba ya más de ocho años en Argentina, su país natal, y que destruyó las estructuras sociales y económicas del país. En Argentina trabajó como productor y realizador en diversos canales de televisión, y creó una empresa de producción que consiguió rescatar del fantasma de la crisis.

En el 2001 había un buen nivel de trabajo, el futuro se presentaba próspero, pero el conocido como argentinazo lo llevó a la bancarrota y perdió la mayor parte de su clientela en pleno crecimiento. Tras años intentando salir a flote solo quedaba una salida: Óscar hipotecó su vida para ir a Vigo y continuar trabajando por la supervivencia de su negocio. «Hipotequé mi cabeza para venir acá», resume. No fue casualidad que escogiese Vigo, «con espíritu abierto y puente de progreso entre ambas orillas del Atlántico», como dice de la ciudad de la que se enamoró y que considera un lugar estratégico.

Ya cuenta con sedes de El Cirko Films, su empresa, en Argentina, México, Nueva York y Vigo. Además, acaba de colaborar en la realización y el montaje de un documental que reconstruye la anecdótica proclamación de la república gallega. Es optimista y cree en el potencial del cine gallego, un sector todavía por explotar. Con todas las iniciativas que tiene en mente el productor, se olvida por completo de que estamos en un período de recesión económica. El argentino asegura que con las crisis se aprende a tener los pies en la tierra, a rentabilizar y a aprovecharlo todo.

La tierra te llama cuando te sientes de ella, y la morriña es un sentimiento inevitable. Óscar fija la mirada en un punto cuando piensa en Argentina, luego habla de lo que ha dejado al otro lado del charco y echa de menos: sus hijos, el acento, las tonadas… pero ha venido a España para hacer patria, quiere ayudar a levantar su país y también este, y además, ha venido para quedarse por muchos, muchos años.