Obama asegura estar "preparado para impulsar una reforma migratoria"

La falta de apoyo republicano le impide anunciar por el momento medidas concretas La ley posibilitaría regularizar a los cerca de once millones de indocumentados que hay en Estados Unidos

Diario de noticias de Gipuzkoa, MACARENA VIDAL , 02-07-2010

washington. El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, afirmó ayer que está “listo para impulsar una reforma migratoria” y que su Gobierno seguirá adelante con una reforma exhaustiva del sistema que “refleje nuestros valores como un Estado de Derecho y un país de inmigrantes”. Obama aseguró que su Gobierno no irá posponiendo la reforma de un sistema “fundamentalmente fracasado”. “Hemos dejado claro que este Gobierno no va posponiendo las cosas y la reforma migratoria no es ninguna excepción”, indicó en una alocución en la que, como se esperaba, no efectuó ningún anuncio y se centró en resumir su visión sobre la reforma. Tras reconocer que la inmigración es un asunto “emocional” que se presta a la demagogia, subrayó su convencimiento de que es posible “dejar la política a un lado” y que los partidos, tanto el Demócrata como el Republicano, se unan para aprobar un sistema que “rinda cuentas”.

La mayoría de los estadounidenses y de los legisladores demócratas, aseguró, “están preparados” para una reforma que incluya una vía para la regularización de los cerca de once millones de indocumentados que se calcula que residen en EEUU; multas para los empresarios que contraten a ilegales y que refuerce la seguridad en la frontera.

Para sacarla adelante, añadió, son necesarios los votos de la oposición republicana, pues sólo con los 58 votos demócratas en el Senado no hay síes suficientes para garantizar que la medida sale adelante, algo para lo que hacen falta 60 escaños. “Sin el apoyo republicano no podremos resolver este problema, ésta es la realidad política y matemática”, indicó, tras recordar que en intentos previos de acometer la reforma sí se contó con el apoyo de legisladores de ese partido.

El último intento, en 2007, promovido por los senadores Ted Kennedy demócrata y John McCain republicano fracasó debido a desacuerdos entre los propios republicanos acerca de cómo tratar a los inmigrantes ilegales que ya se encontraran en EEUU. Obama insistió en que una reforma migratoria debe contar con una vía para la legalización de los indocumentados, pues poner todo el énfasis en la seguridad en la frontera y detener y expulsar a los once millones de ilegales es “imposible desde el punto de vista logístico”.

El sistema actual para permitir la entrada de inmigrantes legales, subrayó, también ha fracasado, pues ha dado lugar a grandes colas y a menudo deja fuera a candidatos aptos debido a su alto coste y la necesidad de contratar abogados.

El discurso de ayer de Barack Obama es el último ejemplo de una serie de iniciativas del presidente para intentar promover la reforma migratoria, una de sus promesas de campaña. La Casa Blanca querría ver la reforma en el Congreso a principios del año próximo, aunque los expertos dudan de que esto vaya a ocurrir debido a la falta de apoyo republicano. En mayo acudió al Congreso para reunirse con los legisladores republicanos y, entre otras cosas, tratar de recabar apoyo para la reforma migratoria.

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