Ni más ni menos que cinco años de prisión piden Fiscalía y acusación particular al imam de Cunit, Mohamed Benbrahim, por coaccionar, calumniar y amenazar a la mediadora municipal, Fátima Ghailan, quien primero denunció que la comunidad la acosaba y amenazaba por no usar el velo islámico, pero que ayer reconoció que dejó de usarlo a raíz de su enfrentamiento por las quejas en su trabajo.

El cruce de acusaciones estaba asegurado en el primer día de juicio, que se realizó ayer en el Juzgado de lo Penal número 2 de Tarragona. Benbrahim negó los cargos que se le imputan, así como una intención torticera en el escrito de queja que la Asociación Islámica de Cunit presentó ante el Consistorio, ya que fue, según declaró ayer, con el fin de que «mejorara el trato» con la gente y no que la despidieran. El imam también afirmó que quien reaccionó de manera irrespetuosa contra él y su familia fue la propia mediadora, que «le escupió e insultó».

Fátima Ghailan se reafirmó en sus acusaciones, aunque matizó que empezó a tener problemas cuando entró a trabajar en el Ayuntamiento «porque los acusados querían su puesto de trabajo para otra persona». Ghailan reconoció que dejó de usar el pañuelo islámico a raíz de la recogida de firmas contra ella en su trabajo.