El Parlamento catalán rozó ayer el esperpento cuando votó acerca de dar o no apoyo a los ayuntamientos que decidan prohibir el burka. Fuera por un error informático como sostuvo el presidente de la Cámara, Ernest Benach o humano, el caso es que el tripartito perdió la votación y, durante 20 minutos, Cataluña dio amparo al veto al velo integral islámico. Pero Benach ordenó la repetición de la jugada y el Govern impuso, entonces sí, su mayoría.

La moción, presentada por el PP, tenía tres puntos y proponía emplazar al Gobierno central a «prohibir la utilización de vestidos que cubren totalmente la cara tanto en la vía pública como en los edificios y equipamientos públicos». Pero se pidió votación separada para la parte en la que instaba a la Generalitat a dar apoyo a los ayuntamientos que decidan prohibir el burka. Contra todo pronóstico, 56 diputados votaron a favor los de CiU y el PP y 53, del tripartito, en contra. «Queda aprobado», dijo un incrédulo Benach.

Pero reaccionó pronto: «Hay un número muy importante de diputados que no han podido votar». Y empezó el guirigay de los diputados. «La votación es válida», clamó la portavoz del PP, Dolors Montserrat. «Yo he votado y no ha salido reflejado», dijo Patrícia Gomà, de Esquerra. Con el follón in crescendo, Benach decidió suspender la sesión «unos segundos».

Pero pasaron más de 20 minutos antes de que los miembros de la Mesa del Parlament volvieran a sus puestos. Benach explicó entonces que, después de ver el vídeo, se había decidido por cuatro votos a tres los miembros del tripartito contra el resto repetir la votación porque había «sospechas fundadas» de que había ocurrido «un error técnico».

El presidente del Parlamento justificó esta apreciación aunque no la confirmaron los informáticos de la Cámara y el sistema siguió funcionando después correctamente en que en la votación anterior habían participado 131 diputados por los 119 que se expresaron en la que fue objeto de la polémica, y entre ambas apenas pasaron unos segundos.

Los grupos de la oposición pidieron suspender la votación hasta que se emitiera «un informe técnico» sobre el problema, pero no sirvió de nada. También fueron inútiles sus advertencias de que la repetición es inaudita y de que «sienta precedente». CiU, PP y Ciutadans sospechan que en realidad hubo un «error humano», probablemente de los diputados de ERC, que no votaron a tiempo. En señal de protesta, la oposición no participó en la votación definitiva, que tumbó la moción por 69 votos a cero.