El concejal de Urbanismo de Callosa de Segura, Francisco Rodríguez, explicó ayer que la situación de Emilio Plata se debe a su propia decisión. El edil señaló que el residente de una vivienda tutelada por el Ayuntamiento solicitó realojarse en otro espacio, y «se le ha buscado esta casa hasta que se ponga en marcha el plan de rehabilitación de la Generalitat Valenciana». Plata denuncia que el Consistorio le proporcionó una casa en pésimas condiciones higiénicas, pero el concejal popular asevera que se le otorgó un inmueble en condición de inquilino con luz eléctrica, agua y «los mismos servicios que a las demás personas que están en idéntica situación», informó.

Rodríguez recordó que «este señor decidió irse de una vivienda que pertenecía al Consistorio porque no deseaba convivir con personas de etnia gitana, y se le ha buscado otro lugar». El vecino de Callosa, que vive junto a su mujer, criticaba que el inmueble que se le facilitó sufría múltiples deficiencias. El responsable de Urbanismo callosino comentó que «acondicionamos este espacio pintando las paredes, arreglando las goteras y colocando un techo nuevo», y agregó que «otra cosa es cómo haya cuidado y tratado esta vivienda».

Para el edil, el caso de Emilio Plata se remonta a varios años, «decidimos prestarle una casa amplia a pesar de que vivía solo, y luego lo realojamos junto a su mujer en otra vivienda más pequeña porque también hay familias en su misma situación», desglosó. El área de Servicios Sociales del Ayuntamiento facilita este servicio de hogares tutelados a las personas con escasos recursos económicos. A pesar de ello, Rodríguez puntualizó que «en el caso de estas dos personas no tienen el derecho a recibir una vivienda porque ambos reciben una paga que está por encima del salario mínimo».

El concejal también quiso destacar que el servicio que presta el Consistorio «no facilita ni muebles, ni electrodomésticos a los inquilinos, solamente nos encargamos de darles un lugar en condiciones de habitabilidad».

Finalmente el responsable recordó que «cuando acabe el plan de rehabilitación del Consell se le dará otra vivienda», en un reconocimiento implícito del mal estado de la casa y de la necesidad de reubicar en un lugar más digno a la pareja.