El Grupo Catalán de CiU en el Senado registró ayer una moción para regular el uso del burka y del niqab alternativa a la que el Pleno de la cámara aprobó la semana pasada. Convergència i Unió (CiU) evita pedir ahora la prohibición explícita de las prendas que cubren totalmente el cuerpo y el rostro de las mujeres musulmanas, a pesar de que la semana pasada lo apoyó al votar la prohibición que proponía el PP.

El partido nacionalista catalán no parece tener las cosas muy claras sobre el burka, por lo menos en los últimos 10 días. El martes de la semana pasada, firmó la enmienda de sustitución que presentó el PSOE que evitaba pedir la prohibición del burka, aunque lo rechazaba. Al día siguiente, la senadora Montserrat Candini rechazó esa enmienda y votó, por contra, a favor de la moción del PP, que exigía al Gobierno prohibir el uso de esa ropa en todos los espacios públicos. Candini explicó que el cambio obedeció a que CiU no podía «tolerar que nadie entienda que no estamos a favor de prohibirlo».

Sin embargo, ayer presentó su propia moción y tampoco pide la prohibición. El equipo que dirige Jordi Vilajoana barajó ayer varias redacciones distintas. Una de ellas incluyó un punto que aconsejaba al Gobierno la «explícita prohibición» de estas prendas por motivos de seguridad.

El punto dos, suprimido, decía que «desde la perspectiva de la seguridad, el Senado constata que la utilización del velo integral en lugares públicos obstaculiza la correcta identificación de las personas que lo visten, provocando un problema de seguridad que puede aconsejar su explícita prohibición».

Esta versión llegó incluso a enviarse a los medios de comunicación. Pero finalmente se mandó otra, la definitiva, que elimina ese texto por completo.

La última versión fue la registrada y sí precisa que «debería ser prohibido» que las mujeres sean «obligadas a cubrir su rostro por su comunidad o su familia, lo cual configuraría un acto de opresión o de violencia física o psíquica». En realidad, eso ya está prohibido porque nadie puede ser obligado a vestir de una determinada manera.

La moción también insta al Gobierno a solicitar al Consejo de Estado «un estudio acerca de la regulación de la utilización del velo integral, en el marco del ordenamiento vigente». Los nacionalistas creen que las normas en las que tendría que apoyarse esa regulación son las leyes de Igualdad y contra la Violencia de Género.

Candini rechazó ayer de forma rotunda las dos prendas porque son «un símbolo de sumisión de las mujeres a los hombres e impide toda autonomía personal y económica contrario a las leyes de igualdad y a la propia Constitución».

La senadora cree que el burka y el niqab constituyen «una forma de violencia de género» porque implican «la voluntad de suprimir una identidad y de anular a un ser humano». A pesar de que, «a menudo, las mujeres que sufren maltrato acaban justificando lo mismo porque consideran que el agresor muestra su afecto y cariño con estas actitudes».

La moción de CiU también insta al Gobierno a «sensibilizar a las mujeres musulmanas sobre sus derechos, así como a sus familiares y comunidades».