Hacía buen tiempo, los niños estaban encantados de poder ir al cine y sus padres, relajados por tener la oportunidad de disfrutar de una tranquila tarde de domingo. Sin embargo, sus planes se truncaron de repente al poco de entrar en la sala y, sobre todo a la salida del local. Y es que el padre, de origen ecuatoriano, fue «insultado y golpeado» por tres jóvenes tras mantener una acalorada discusión, según relató a EL CORREO la mujer del supuesto agredido. Como consecuencia de los golpes, el hombre presenta «dolores» en la mandíbula, el cuello y el brazo izquierdo. Además, añade su esposa, «se llevaron el teléfono móvil y 200 euros». La denuncia se encuentra ya en manos de la Ertzaintza.

«Los críos querían ir a ver una película, así que decidimos darles el gusto y salimos el domingo hacia Vitoria», recuerda la mujer. La familia, de procedencia ecuatoriana y afincada en Miranda, acudió sobre las 18.00 de la tarde a un centro comercial de la capital alavesa y, aunque la sesión había comenzado «unos 15 minutos» antes, decidieron entrar. «Llevábamos una linternita pequeña y la usamos para movernos por el pasillo porque estaba oscuro y no queríamos molestar», explica. La pareja y uno de los pequeños se quedaron «en la tercera fila» pero el otro hijo, de 10 años, prefirió sentarse en una butaca de la primera. Su madre le exigió que volviera con ellos.

Y fue esa llamada de atención la que, al parecer, molestó a algunos de los espectadores. En concreto, y siempre según la versión del denunciante, uno de ellos le gritó que se callara. «Le contestamos que por qué lo decía en ese tono y yo le pedí que no hablaran de esa manera sino que lo hicieran con educación», dice. La respuesta del joven que le había increpado, respaldado por otros dos acompañantes, se volvió entonces más dura: «Cállate que te voy a dar unas hostias». Tampoco faltaron ciertos insultos, desde «gorda» a «sucia», hacia la esposa y comentarios como «inmigrantes, iros a vuestro país», afirma.

«Lo tiraron al suelo»

La situación provocó cierto desasosiego en la mujer, que optó por salir de la sala antes de terminar la proyección mientras los críos se quedaban dentro, junto a su marido, para que pudieran disfrutar del final del filme. A la salida no dudó en dirigirse a la ventanilla de venta de los tickets para pedir «el número de la policía». Pero no había acabado de relatar a la Ertzaintza lo sucedido en el cine cuando vio salir a su familia y a «los tres hombres por detrás». «Le dieron en la nuca y lo tiraron al suelo. Yo vi que no se levantaba y les pedí que le dejaran. Sentí mucho miedo», revive la esposa con angustia. El trabajador de un local salió en su ayuda sin lograr evitar que los supuestos agresores – sólo quedaba uno al llegar los agentes – les amenazaran de «muerte». «Dijeron que iban a venir a por nosotros».

El altercado obligó a la presunta víctima a pasar por el hospital Txagorritxu. «Ahora no puede mover el brazo», recalca ella. El desagradable capítulo, además, incluyó otro suceso: un robo, advierte esta mujer. «Mi marido llevaba un móvil en la mano y 200 euros en el bolsillo que desaparecieron durante la pelea», concluye.