"Le machacó la cara y la dejó tirada"

Deia, agencias/deia, 28-06-2010

Donostia. Un padre que reclama justicia es la imagen protagonista de ayer en Andoain, donde decenas de personas condenaron la brutal paliza a una joven del municipio propinada la noche del jueves al viernes durante las fiestas de San Juan. Victorino, el padre la víctima, confesó que está anímicamente “roto”, pero aún así sacó fuerzas para enfrentarse a la opinión pública y explicar lo que le sucedió a su hija, de 18 años, la fatídica noche.

“Le machacó la cara y la dejó tirada en la calle sin sentido”, manifestó dolido. Según explicó, su hija había estado, como otros jóvenes, de fiesta en el pueblo. Cuando llegó el momento de ir a casa, varias amigas tomaron el mismo camino hasta que llegó el momento de separarse. Fue entonces, a unos cien metros de su casa, cuando la joven fue abordada por su agresor.

“Ella se acuerda de lo sucedido, ha declarado todo a la Ertzaintza: quién ha sido, cómo ha sido, lo que intentó hacer y ella no se dejó y por eso la maltrató hasta partirle la cara”, afirmó Victorino.

En las primeras informaciones cuando se conoció el caso, la Policía vasca señaló que la joven no recordaba nada de lo ocurrido cuando fue hallada. Ayer, Victorino dejó claro que su hija ha recuperado la memoria y sabe quién la agredió, un menor de raza gitana que, según explicó su progenitor, la condujo a la fuerza a un garaje propiedad de la abuela del asaltante. “Sabe quién es, ha dado su nombre y el apodo de los gitanos, es de raza gitana”, añadió Victorino en referencia al menor que agredió su hija y que la Ertzaintza está ahora buscando. Sin embargo, poco se sabe de él, salvo que reside en Lasarte – Oria.

La joven fue hallada detrás de un camión a las 7.00 horas del viernes en la trasera de la calle Aita Larramendi, en una zona de huertas situada en un callejón sin salida junto a las vías del tren. La paliza que el menor le dio a la joven fue brutal. Se cebó con la cara de tal modo que la chica tiene la mandíbula partida y un edema cerebral del que, según aseveró su padre, se está recuperando bien. Aún así, los médicos la mantienen en observación, ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital Donostia, para comprobar que el coágulo se deshace, ya que, de lo contrario, tendría que ser intervenida quirúrgicamente.

La buena noticia es que los sanitarios que la atienden no temen por su vida y creen que la lesión que padece no acarreará secuelas de importancia. “Le dan buenas esperanzas, ya que no corre peligro de quedarse parapléjica”, dijo su padre, no sin confesar que se encuentra “deshecho” por un episodio de violencia que ya es el segundo que se vive en su familia. En ese sentido, relató que su sobrina, de nacionalidad ecuatoriana, también fue agredida en Andoain.

en busca y captura Victorino no se mordió la lengua y lamentó ayer que en Andoain haya “gentuza” como el agresor de su hija y expresó su temor de que “no le hagan nada, aunque lo cojan”, al ser menor de edad. Según añadió, el presunto agresor es conocido de la Policía porque cuenta con antecedentes penales, ya que hace un año y medio apuñaló a una persona en Andoain. “Y ahí está, libre, a su aire”, lamentó profundamente.

La denuncia, no obstante, está puesta, incluida una posible agresión sexual, aparte de las graves lesiones que sufre la joven. La Ertzaintza sigue buscando al agresor y ayer volvieron a acudir al lugar donde se produjo la agresión.

Concentración de repulsa Mientras tanto, los vecinos de Andoain se volvieron a concentrar ayer, como hicieron el día anterior, en Goikoplaza, “en apoyo y solidaridad con la joven salvajemente agredida y por el derecho de todas las mujeres a una vida sin violencia”.

El alcalde del municipio, Estanis Amutxastegi, portó una pancarta, junto a la corporación municipal y la presidenta de las Juntas Generales, Rafaela Romero, en la que se podía leer Por el derecho de las mujeres a una vida sin violencia".

Fueron cientos de personas las que se congregaron en el lugar, muy céntrico y cercano al Ayuntamiento, en un acto que, precisamente, había sido convocado por el propio Gobierno Municipal. La concentración transcurrió durante 15 minutos en silencio y, además del padre de la víctima, también estuvieron varios familiares de la joven agredida. La presidenta de las Juntas Generales de Guipúzcoa, Rafaela Romero manifestó que le “repugna” la violencia contra las mujeres.

“La saña y violencia con la que fue atacada denotan que su agresor pretendía quitarle la vida”, apuntó Romero.

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