Donostia. Más de una veintena de asociaciones de inmigrantes y refugiados ubicadas en Euskadi llamaron ayer a esos colectivos a sumarse a la huelga general prevista para el próximo martes contra la reforma laboral aprobada por el Gobierno central. Según señalaron en un comunicado, los cambios adoptados en la regulación del mercado laboral “afectan más a quienes estamos en el eslabón más bajo de la precariedad; mujeres, jóvenes e inmigrantes pero, además, a los extranjeros se nos suman medidas como el recorte de derechos directos derivados de la Ley de Extranjería, la sentencia que niega el derecho a la prestación por desempleo a la gente inmigrante sin documentos o la circular que ordena detenciones y expulsiones express”.

Eskuz Esku Plataforma de organizaciones de personas inmigrantes, refugiados y autóctonas de Euskal Herria, entre las que se encuentra el sindicato ELA, denunció que la reforma laboral “no genera más empleo ni reduce nuestra precariedad”. A juicio de estas asociaciones, las medidas del Ejecutivo de Madrid “nos arrojan a la pobreza, a la indefensión y a la clandestinidad”.

Según criticó Eskuz Esku, la reforma laboral “no crea más puestos de trabajo pero sí fortalece a las empresas y facilita la sustitución de empleo de calidad por empleo precario”, y recordó que “las personas inmigrantes tienen la tasa más alta de pérdida de empleo, temporalidad y precariedad”. Asimismo, estas asociaciones lamentaron que “para trabajar los extranjeros necesitan un permiso y para renovarlo se exigen contratos de calidad que, al no tenerlos, el colectivo se queda en la total indefensión, en la economía sumergida, en la clandestinidad”.

Por todo lo anterior, Eskuz Esku consideró que “tenemos muchas razones para exigir la retirada inmediata de la reforma laboral planteada por el Gobierno” y exigió un cambio en las políticas públicas por parte de las instituciones vascas.