Nueva York. Alcaldes de cinco grandes ciudades de EE.UU., entre ellas Nueva York y Los Ángeles, y directivos de empresas como Walt Disney, Boeing o Hewlett Packard abogaron ayer por una reforma de la inmigración que incluya proporcionar un estatus legal a los indocumentados.

Se calcula que en EE.UU. hay 12 millones de trabajadores inmigrantes sin documentos legales. El alcalde de Nueva York, Michael Bloomberg, presentó ayer la iniciativa Alianza por una nueva economía estadounidense, que propone la reforma migratoria como solución para reanimar la economía del país y pretende que se sumen a ella las mayores empresas y los alcaldes de las grandes ciudades de este país. “Los inmigrantes han sido siempre una parte esencial de la fortaleza económica de Estados Unidos”, dijo el alcalde neoyorquino, al subrayar que “esta coalición busca un cambio en nuestra política migratoria actual, que está erosionando nuestra economía y amenaza nuestra posición como líder mundial”.

Asimismo subrayó que muchas de las nuevas empresas que se están formando lo hacen fuera de EE.UU., y con ello se llevan los puestos de trabajo creados “porque muchos empresarios no obtienen las tarjetas verdes (permisos de trabajo) que se necesitan aquí”. Bloomberg afirmó que “hay que romper el punto muerto legislativo que al respecto hay en el Congreso, si Estados Unidos quiere ser competitivo en el siglo XXI”.

La reforma de las políticas migratorias es una demanda de los líderes y de la comunidad hispana de EE.UU., pero en la actualidad está paralizada en el Congreso, aunque el presidente Obama prometió impulsarla en su primer año de mandato.

El presidente y fundador de News Corporation, Rupert Murdoch, dijo, por su parte, que “hay que aumentar la presión sobre los congresistas” y mostrar a la opinión pública estadounidense los beneficios que aportan los trabajadores inmigrantes.