¿Quién mató a José Jiménez?

El Correo, JAVIER PEÑALBA, 25-06-2010

Antes de que comenzara el juicio parecía que todo estaba muy claro. Pocos albergaban dudas respecto a quién era el autor del asesinato de José Jiménez Escudero, cometido hace tres años en Eibar. Todos también creían saber que la tarde de autos, el 14 de diciembre de 2007, fue Rafael Valdés Echeverría y no otro quien vació dos cargadores, nada menos que veinte balas, de una carabina Savage del calibre 22 contra Jiménez Escudero, su esposa y dos de sus hijos. Los disparos ponían fin a una trifulca que había enfrentado a dos familias de etnia gitana mal avenidas. La refriega acabó con la vida de José Jiménez, el cabeza de uno de los clanes. Tenía 46 años.

Y nadie cuestionaba la autoría porque las víctimas de aquella balacera dijeron que fue Rafael Valdés el que disparó. ¿Quién iba a poner en duda su palabra? Si, incluso, hasta el propio acusado se confesó culpable. «He sido yo», gritó cuando los ertzainas acudían a detenerle, mientras aún sujetaba en sus manos el arma.

Ayer, sin embargo, tras el juicio que se celebró a puerta cerrada en la Audiencia de Guipúzcoa, las cosas no parecían estar tan diáfanas. Se cuestiona lo fundamental: que Valdés Echeverría fuera el autor de los disparos. A estas alturas del proceso, después de una larga investigación, con una petición de condena de 57 años de cárcel, que una duda de semejante calado sobrevuele el juicio preocupó al tribunal.

¿Pero por qué surgen estas sospechas? La respuesta está en el sumario. Un informe policial revela que no se hallaron restos de pólvora en las manos del acusado. La prueba que se practicó tras el suceso arrojó un resultado negativo. Pero todavía hay más. La misma prueba le fue practicada a uno de los hijos del imputado. Y éste sí dio positivo.

¿Encubre Rafael Valdés a su hijo? La defensa sostiene que su cliente no mató a nadie y que cargó con toda la responsabilidad para evitar que otros miembros de su familia sufrieran posibles represalias a manos de los allegados de la víctima. Cree que, en medio de la refriega, es posible que ni siquiera los heridos supieran de dónde procedían las balas. El abogado considera asimismo que la Policía se dejó llevar por las manifestaciones autoinculpatorias del acusado, así como las de las víctimas.

A la vista de esta controversia, el tribunal, dirigido por la presidenta de la Audiencia Provincial, María Victoria Cinto, decidió de oficio citar a los peritos que elaboraron el informe de los residuos de disparo. Fuentes jurídicas indicaron que la declaración no aportó demasiada luz al caso.

Es de recordar que el inculpado se declaró inocente en la primera jornada del juicio y negó que fuera el autor de los disparos. Valdés manifestó que en el transcurso de los incidentes que se desencadenaron recibió un golpe con un objeto contundente en la cabeza que le hizo perder el conocimiento. Añadió que cuando recobró la consciencia, las víctimas ya habían sido tiroteadas.

La Fiscalía y la acusación particular reclamaron una condena de 57 años de prisión. Consideran que Rafael Valdés es autor de un delito de asesinato consumado y de otros tres en grado de tentativa.

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