El grupo de CiU en el Senado protagonizó ayer un esquinazo parlamentario antológico. Cuando había firmado un día antes una iniciativa junto a todos los partidos menos el PP en la que sostenía que el ordenamiento jurídico actual bastaba para enfrentarse al burka, cuando todas esas fuerzas políticas esperaban que los nacionalistas votasen en contra de una moción de los conservadores que pedía al Gobierno cambios normativos para que se prohíba el uso del velo integral en las calles de toda España, cuando se daba por supuesto que la propuesta de los populares no prosperaría, Montserrat Candini, senadora de la federación, se dirigió a la tribuna de la Cámara alta y anunció que de eso, nada.

PRECAMPAÑA CATALANA / CiU (siete votos) y UPN (uno) suscribieron la propuesta del PP, que logró 131 apoyos frente a 129, apuntándose una victoria política especialmente significativa en Catalunya, donde faltan pocos meses para las elecciones autonómicas y donde diversas ciudades de alcaldía socialista –Barcelona, Lleida y L’Hospitalet de Llobregat– se han puesto el burka por montera y han aprobado sus propias normas para prohibir el velo integral en dependencias municipales. En cambio, Sant Adrià de Besòs (Barcelonès), gobernado por el PSC e ICV, rechazó ayer el veto que pedía el PP. Los conservadores desean ahora llevar al Congreso una moción como la de ayer en el Senado, aunque el grupo popular en la Cámara baja señaló que lo apretado del calendario complica su discusión a corto plazo.

Tras su ejercicio de funambulismo –«¿qué está pasando?», dijeron varios parlamentarios socialistas mientras se llevaba a cabo la maniobra–, Candini, de CiU, ofreció explicaciones. «No ha habido cambio de posición, pero sí de voto», dijo. Lo que ocurrió, según la senadora, fue, primero, que apoyaron la enmienda impulsada por el PSOE, contraria a la iniciativa del PP, porque creyeron que esta instaba al Ejecutivo a prohibir el niqab. Pero la enmienda señala lo contrario: «El ordenamiento jurídico ya recoge los instrumentos necesarios para dar una respuesta adecuada al uso del velo integral». Lo que significa que la federación nacionalista desconocía, o no supo interpretar, el contenido del papel que firmó el martes.

Y segundo, continuó Candini, CiU apoyó al PP porque este se había comprometido a que su propuesta fuese acompañada de otras medidas –mediación con la comunidad musulmana o protección de la mujer–, y no solo a propugnar la prohibición del atuendo en, dijo, «los edificios y las dependencias públicas».

EN LA CALLE / Pero CiU votó a favor de la moción de los conservadores: esta nada dice de las medidas, y va mucho más allá del veto al burka en las instalaciones de la Administración. «También es en la calle», le corrigió después la senadora y candidata del PP a la Generalitat, una Alicia Sánchez – Camacho que rezumaba satisfacción. Lo que significa que CiU también desconocía, o tampoco supo interpretar, lo que votó ayer.

Hay algo, sin embargo, en lo que ambos partidos están de acuerdo: quieren que la prohibición del velo integral se recoja en el reglamento que desarrollará la ley de igualdad, una norma que, por otra parte, fue recurrida ante el Constitucional por el PP. Puede que la futura moción en ese sentido también prospere en el Congreso, pero, en cualquier caso, no cambiará la posición del Gobierno, partidario de erradicar el burka pero no de prohibirlo. «Nuestra postura sigue siendo la misma», señaló a este diario la secretaria de Estado de Inmigración, Anna Terrón, para quien todo este debate viene «marcado por la campaña catalana».